El nombre de Neymar Jr. evoca recuerdos de una de las etapas más vibrantes en la historia reciente del FC Barcelona. Llegado en 2013 como una de las mayores promesas del fútbol mundial, el brasileño no tardó en consolidarse como una estrella en el Camp Nou.
Su magia con el balón, sus goles y su química con Messi y Suárez en el famoso tridente "MSN" le otorgaron un lugar privilegiado en los corazones de los culés.
Sin embargo, la trayectoria de Neymar en el Barça no estuvo exenta de sombras. Su brillantez en el terreno de juego fue interrumpida en varias ocasiones por lesiones que le impidieron alcanzar la regularidad deseada.
La frustración aumentó cuando, tras su salida al PSG en 2017, su carrera se vio marcada por una serie de problemas físicos. Rupturas del ligamento cruzado, molestias recurrentes en los tobillos y largas ausencias ensombrecieron lo que parecía una carrera destinada al Balón de Oro.
El recuerdo de Neymar, con sus altibajos físicos, sigue siendo un punto de referencia en el Barça. Ahora, ese fantasma parece reaparecer en forma de preocupación con otra joven promesa del equipo.
Laporta teme un nuevo caso Neymar
Joan Laporta no puede ocultar su inquietud ante la situación actual de Lamine Yamal. El prodigio de 17 años, quien se ha convertido en el jugador más determinante, vuelve a estar de baja por una lesión de tobillo. Esta será su tercera ausencia prolongada en lo que va de la temporada, dejando al equipo sin su principal referencia ofensiva.
Yamal se perderá encuentros cruciales, como el decisivo partido contra el Atlético de Madrid por el liderato en LaLiga, y su participación en la Supercopa de España también está en duda. Estas ausencias no solo afectan al rendimiento del equipo, sino que también generan incertidumbre sobre su futuro.
La preocupación en el Barça es evidente. Lamine Yamal es la gran joya de la cantera y ya es considerado el nuevo ídolo de la afición. Sin embargo, las constantes lesiones empiezan a generar paralelismos con figuras como Ansu Fati, cuya carrera se ha visto afectada por problemas físicos recurrentes.
Lo que más preocupa a Laporta es que Yamal pueda seguir un camino similar al de Neymar. El astro brasileño, que tuvo un impacto inmediato en el Barça, vio cómo las lesiones crónicas acabaron por limitar su trayectoria.
Neymar llegó a estar más de un año de baja por una lesión de ligamento cruzado. Su caso se ha convertido en un ejemplo de lo que el club quiere evitar a toda costa.
La importancia de la paciencia en la recuperación
Ante este panorama, el Barça ha tomado la decisión de manejar la recuperación de Yamal con extrema cautela. Aunque Hansi Flick necesita a su mejor jugador disponible, el club no forzará su regreso. El objetivo es evitar recaídas y asegurarse de que el joven extremo pueda recuperarse completamente antes de volver a competir.
Los antecedentes de Neymar y Ansu Fati han enseñado al Barça la importancia de la prevención y la gestión de las lesiones en jugadores jóvenes. Aunque la dependencia de Yamal en el esquema actual es evidente, el club tiene claro que su prioridad debe ser el futuro.
Lamine Yamal representa la esperanza de una nueva era en el Barça. Su habilidad para desequilibrar, su madurez a una edad tan temprana y su conexión con la afición lo convierten en un jugador único. Pero para que pueda cumplir con todo su potencial, es esencial que el club gestione adecuadamente su desarrollo físico y deportivo.
El Barça sabe que Yamal es más que una promesa; es el presente y el futuro del equipo. Sin embargo, para evitar que siga el camino de Neymar en términos de lesiones, deberá mantener un enfoque a largo plazo. El Camp Nou no puede permitirse perder otra estrella debido a problemas físicos crónicos.
Lamine Yamal tiene todo el talento necesario para convertirse en una leyenda azulgrana. Ahora, la misión del Barça es protegerlo y asegurarse de que sus mejores años estén por venir.