La Masía vuelve a estar en boca de todos por razones más que justificadas. En un momento donde grandes clubes apuestan por fichajes multimillonarios, el Barça ha vuelto a mirar dentro y ha encontrado en su cantera la solución.

Con Flick al mando, el equipo ha recuperado su identidad competitiva y ha levantado la Copa del Rey, la Supercopa y, para redondear la temporada, también la Liga. Y lo más impresionante no han sido solo los títulos, sino el protagonismo que han tenido los jugadores formados en casa. La Masía ha sido el corazón y el alma de este nuevo Barça campeón.
La Masia, piedra angular
Nombres como Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Héctor Fort, Fermin López, Gavi y Alejandro Balde no solo han estado en la plantilla, sino que han sido claves en muchos encuentros decisivos. Lamine, con apenas 17 años, ha sido el desequilibrio constante por banda derecha.
La conexión entre estos jóvenes y los veteranos como Lewandowski o Ter Stegen ha sido uno de los grandes secretos de esta temporada triunfal. Hansi Flick ha apostado por ellos y la apuesta ha salido perfecta.
La Masia también da dinero
Sin embargo, la Masía también es una herramienta valiosa a nivel financiero. Los porcentajes de ventas futuras han sido una fórmula muy usada por el club.
Esta planificación permite al club mantener el control sobre ciertos jugadores y, al mismo tiempo, beneficiarse si triunfan en otros destinos. Es un modelo inteligente que, bien ejecutado, se convierte en una fuente constante de ingresos. Vender sin perder del todo: así está logrando el Barça equilibrar cuentas sin romper su esencia.
Las operaciones del Barça con la cantera
Uno de los ejemplos más claros es el de Nico González. El Barça ingresó 15 millones de euros cuando el centrocampista fichó por el Manchester City, tras una temporada notable en Portugal. Otro caso reciente es el de Álex Valle, cuyo traspaso al Como dejará seis millones más en las arcas azulgranas.
Guille Fernández y Álex Garrido son dos de los canteranos del Barça Atlètic que tienen opciones de salir este verano. Ambos tienen pretendientes en Primera y en el extranjero, y si se concretan sus ventas, el club podría seguir reforzando su economía sin tocar a los pilares del primer equipo. La Masía, una vez más, demuestra que es el mayor activo que tiene el Barça.