El Barça pierde, otra vez, en el Lluis Companys esta vez ante un Leganés que aguantó con el 0-1 desde el minuto 3. Flick introdujo varios cambios, pero nada serviría para evitar que el Barça se vuelva a dejar tres puntos. Solo han conseguido sumar 5 de los últimos 18, datos que le colocan como uno de los peores equipos de estos últimos 2 meses.
Pólvora 'mojada'
El partido iba a empezar de una manera muy diferente a lo que esperaba. El Leganés, tras un aviso de Munir, se iba a adelantar en el marcador por medio de un cabezazo de Sergio. El central del conjunto madrileño se imponía por arriba y aprovechaba un gran centro de Óscar Rodríguez.
Los locales quisieron contestar, pero ahí se toparon con un Dmitrovic espectacular. Lewandowski tuvo un par de ocasiones muy claras, sobre todo una en la que estabas a escasos centímetros de la portería. Raphinha también estuvo cerca de poner el empate, no obstante, el portero serbio le saco un balón de la escuadra.
A esto, hay que sumarle que Lamine Yamal parecía 'tocado' del tobillo derecho. Los de Flick lo intentaron, pero tuvieron fallos importantes a la hora de rematar o controlar un balón clave.
Lo que mal empieza, mal acaba
La segunda parte del equipo de Flick fue peor que los primeros 45 minutos, ya que no consiguieron generar el suficiente peligro para tumbar al Leganés. Koundé fue quien tuvo las ocasiones más claras, con dos disparos cruzados que se marcharon lejos de la portería de Dmitrovic. El otro jugador que sostuvo el ataque culé fue Raphinha, si embargo, el brasileño acabó sin ideas y muy cansado, como todo el equipo.
El conjunto 'pepinero' resistió de manera muy loable y aunque no tuvieron ocasiones, tampoco sufrieron tanto como se podía esperar. En la mayoría de centros laterales eran favoritos para el despeje y por dentro les dificultaban mucho que pudiesen combinar. Los de Flick siguen en caída libre, segunda derrota consecutiva jugando en casa y ante un rival que pelea por el descenso.
El próximo partido es frente al Atlético de Madrid, quizás el equipo más en forma del campeonato y con el que está empatado a puntos. La mala noticia es que los madrileños han jugado un partido menos, por lo que si lo ganan, serían líderes en solitario. Por delante toda una semana sin compromisos entre medias, necesaria para reajustar el equilibrio del equipo y trabajar la eficacia de cara a puerta.