Hansi Flick, obsesionado hasta hace semanas con fichar un extremo desequilibrante, ha reformulado su idea tras analizar el rendimiento de varios jugadores. Ferran Torres ha sorprendido a todos, y ahora el míster pide otra cosa: versatilidad, juventud y raíces culés.
Durante meses se barajaron nombres como Marcus Rashford, Luis Díaz o incluso Nico Williams. Todos ellos gustaban por su potencia física y capacidad de desborde, pero las condiciones económicas hacían cada vez más difícil una operación de este calibre. Ante este escenario, Flick ha preferido apostar por un viejo conocido de la casa.
El nuevo elegido para reforzar el ataque es la joya de La Masía, que se con solo 16 años. Ahora, tras explotar, se encuentra ante la oportunidad de volver a casa. Y el técnico alemán, que lo conoce perfectamente, ha dado su OK definitivo para su fichaje.

El fichaje ideal para un Barça en reconstrucción
Flick considera que Simons encaja como anillo al dedo en su idea de equipo. Puede jugar como extremo, mediapunta o interior, y además ha demostrado personalidad de sobra para asumir galones. En Leipzig ha sido titular indiscutible, sumando goles, asistencias y liderazgo en los grandes escenarios europeos.
La dirección deportiva también valora su vuelta como una operación estratégica. Repatriar a un canterano de alto nivel siempre genera consenso y devuelve ilusión a la afición. Además, su estilo de juego, vertical y asociativo, conecta directamente con el ADN Barça que Flick quiere recuperar esta temporada.
El jugador, por su parte, estaría encantado de regresar. Conserva amigos en la plantilla y nunca ha escondido su deseo de volver algún día. El club ya ha mantenido conversaciones con su entorno y con el Leipzig, que ha puesto precio: no menos de 70 millones de euros por su salida.

Un regreso que dependerá de una gran venta
La operación es viable, pero solo si el Barça logra cerrar una venta importante en los próximos días. Con la masa salarial al límite y la necesidad de ajustar las finanzas, no habrá fichajes de este calibre sin un ingreso previo. En este sentido, hay un nombre que marca el ritmo de toda la planificación.
Ronald Araújo es el principal candidato a salir si se activa su cláusula antes del 15 de julio. Su marcha dejaría unos 60 millones en caja y abriría la puerta a reforzar otras posiciones clave. Si el central uruguayo termina haciendo las maletas, Simons podría aterrizar en Barcelona inmediatamente.
Joan Laporta y Deco ya tienen preparada la estructura del contrato, aunque todo depende del equilibrio financiero. El deseo está claro, la prioridad es real y el visto bueno del entrenador ha acelerado todos los contactos. Ahora, solo falta que se alineen las condiciones económicas.

La afición, ilusionada con la vuelta del hijo pródigo
El posible regreso de Xavi Simons ha generado entusiasmo inmediato en el entorno culé. El joven mediapunta dejó una huella imborrable en su etapa formativa y muchos lamentaron su marcha prematura al PSG. Volver ahora, más maduro y consolidado, sería un golpe de efecto emocional y deportivo.
Flick valora especialmente su formación en La Masía, su conexión con el juego de posesión y su inteligencia táctica. Además, considera que su presencia permitiría dosificar a Lamine Yamal y Raphinha sin perder calidad en las bandas. Un perfil polivalente que eleva la competencia interna y enriquece el ataque.

Y si todo va como se espera, Xavi Simons no será el único regreso de un ex azulgrana este verano. El Barça también estudia repescar a otro canterano muy cotizado: Dani Olmo, aunque de momento el foco está en cerrar primero al hijo pródigo. Si hay una venta en breve, el nuevo Barça de Flick tendrá un refuerzo con acento de casa.