Todavía no es oficial, pero en el vestuario del FC Barcelona ya se habla del fichaje de Marcus Rashford. El delantero inglés está a un paso de convertirse en nuevo jugador azulgrana, y su posible llegada no ha sentado bien a todo el grupo. La ilusión de los despachos contrasta con el malestar silencioso de varios futbolistas.
Rashford ha dado el visto bueno, el acuerdo está muy avanzado y solo faltan los últimos flecos contractuales. Pero incluso sin haberse presentado, su nombre ya ha causado revuelo interno. Y el ambiente en la Ciutat Esportiva empieza a notarlo.
El motivo no es otro que su posición en el campo. Su versatilidad y jerarquía amenazan con alterar el reparto de minutos en ataque. Y hay varios jugadores que no están dispuestos a perder protagonismo sin pelearlo.
Flick lo quiere titular
Hansi Flick ha sido claro con la dirección deportiva: si llega Rashford, será para ser importante desde el primer día. Su intención es utilizarlo como acompañante de Lewandowski o incluso como alternativa directa al polaco. En algunos escenarios, incluso se contempla alinearlo como extremo izquierdo o segundo punta.
Esto ha encendido todas las alarmas entre los jugadores ofensivos de la plantilla. Saben que no se ficha a un nombre como Rashford para ser suplente. Y ya han comenzado a mover fichas para proteger su espacio en la rotación.
Varios de ellos han modificado su lenguaje corporal y su actitud desde que se conoció el avance de la operación. La tensión se palpa, aunque nadie lo diga públicamente. El cuerpo técnico intenta calmar el ambiente, pero la inquietud está servida.
Cuatro jugadores señalados
El primero en sentirse afectado es Robert Lewandowski, que no teme la competencia, pero sí una pérdida de centralidad. A sus 37 años, el delantero polaco quiere cerrar su ciclo en el Barça como titular indiscutible. Y teme que la llegada de Rashford provoque una redistribución del sistema ofensivo.
Raphinha, por su parte, ve cómo se reduce su margen si Rashford ocupa el costado izquierdo. Aunque él actúa más por la derecha, sabe que el inglés puede modificar la estructura táctica. Y eso podría afectar su cuota de minutos en partidos clave.
Pau Víctor, una de las grandes apuestas jóvenes del club, también observa con preocupación cómo desaparece su ventana de oportunidad. Esperaba tener minutos en pretemporada para ganarse la confianza de Flick. Pero si Rashford firma, quedará directamente por detrás en la jerarquía.

El ambiente se tensa
A medida que se acerca el cierre del acuerdo, los jugadores afectados han comenzado a marcar distancias. Algunos han evitado comentar el tema en el vestuario, otros lo han tratado con ironía y resignación. Pero lo cierto es que se ha creado una división silenciosa que no ayuda en la fase de preparación.
En las sesiones de entrenamiento, hay rostros serios y dinámicas que han cambiado ligeramente. Los grupos habituales se reconfiguran, los silencios pesan y las sonrisas han desaparecido en ciertos sectores. El staff técnico ya ha detectado esta incomodidad y trabaja en contenerla antes de que se haga pública.
Desde el club, se insiste en que la competencia es positiva y que el fichaje aún no está cerrado. Pero en el vestuario hay quien no comparte esa visión tan optimista. Sobre todo porque ya hay un jugador que se siente directamente señalado.

El más incómodo de todos
El que peor ha encajado la inminente llegada de Rashford es Ferran Torres. El valenciano considera que el inglés llega para ocupar su sitio al lado de Lewandowski. Y tras una temporada en la que se sintió importante, teme quedarse sin rol en el nuevo sistema.
Ferran ha bajado el tono en las sesiones, ha perdido protagonismo en el grupo y ya ha hecho saber su incomodidad. No ha pedido salir, pero está valorando sus opciones si su situación no mejora.
