El FC Barcelona nunca ha olvidado a Leo Messi, y los culés tampoco han dejado de soñar con su vuelta. Su salida en 2021 dejó una herida profunda que todavía sigue abierta entre los aficionados. Desde entonces, el argentino ha construido una nueva etapa deportiva al otro lado del Atlántico.
En Miami ha encontrado tranquilidad, estabilidad familiar y un proyecto que le permite disfrutar sin presiones excesivas. A sus 37 años, Messi ha asumido un rol de leyenda en la MLS y en el Inter de Miami. Además, el calendario estadounidense encaja perfectamente con su objetivo final: llegar en forma al Mundial 2026.
El mundial, último gran reto
El torneo se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, y será la última gran cita para Leo Messi. La selección argentina lo espera como líder absoluto, con la esperanza de otro cierre dorado a su historia. Por eso, todo indicaba que no se movería de Miami antes de esa fecha marcada.
Los últimos meses han reforzado esa idea: contrato en vigor, familia feliz y un entorno ideal para la recta final. En ningún momento se había planteado un regreso a Europa, ni siquiera como homenaje o despedida. Sin embargo, una reciente declaración ha reavivado la llama que parecía completamente apagada.
Leo Messi | @leomessi
Un guiño inesperado que da alas
La frase ha llegado de alguien que conoce muy bien a Messi, dentro y fuera del terreno de juego. No ha sido un directivo ni un periodista, sino un excompañero de vestuario con lazos personales profundos. Su testimonio ha sido tan espontáneo como potente para alimentar el sueño culé.
El protagonista es Cesc Fàbregas, actual entrenador del Como, equipo que compite en la Serie A italiana. En una entrevista reciente, fue preguntado por un posible fichaje de Messi en el futuro. Lo que respondió sorprendió a todos y dejó la puerta entreabierta a un desenlace inesperado.
Messi y Fàbregas mantienen una amistad que va más allá de lo profesional desde hace años. Sus familias están muy unidas, han compartido vacaciones e incluso hablan a menudo de fútbol y de la vida. Por eso, el comentario de Cesc ha tenido tanta repercusión en la prensa internacional.
La frase que lo cambia todo
"Estaba en mi casa de vacaciones. Somos amigos, nuestras esposas e hijos también lo son, Nunca digas nunca", dijo Fàbregas con una sonrisa que desató todas las teorías posibles. Aunque lo dijo en tono relajado, su cercanía con Leo convierte esas palabras en algo más que una anécdota.
De inmediato, muchos aficionados culés comenzaron a fantasear con una última función de Messi en Europa. Incluso se especuló con un reencuentro en Italia como homenaje final a una carrera irrepetible. Pero la realidad, al menos por ahora, sigue siendo la que todos conocen.
Messi en el Barça | @FCBarcelona
Leo Messi sigue comprometido con el Inter de Miami, donde es la gran estrella y símbolo del club. Su contrato termina en 2026, y su prioridad absoluta es llegar al Mundial con ritmo competitivo. Salvo sorpresa, no volverá al Camp Nou ni a ningún estadio europeo como jugador.
Aun así, gestos como el de Fàbregas recuerdan que el fútbol es imprevisible y las puertas nunca se cierran del todo. Mientras tanto, el barcelonismo sigue soñando con ver al mejor de la historia pisar de nuevo su casa. Porque como dijo su amigo: "nunca digas nunca".