Hace dos años, el Barça acarició la posibilidad de un reencuentro con Lionel Messi. Tras su salida del PSG, la ilusión de la afición se disparó ante la idea de volver a ver al astro argentino vestido de azulgrana. Sin embargo, las circunstancias económicas y deportivas, junto a la decisión personal de Leo Messi de emprender una nueva aventura, hicieron que ese regreso soñado nunca se materializara.
Fue un momento de cierta decepción para el barcelonismo, que mantenía la esperanza de volver a disfrutar de su ídolo en el Camp Nou. Pese a todo, el vínculo entre Messi y el Barça se mantuvo intacto, y tanto la directiva como el jugador dejaron claro que su relación con el club es buena.
Un homenaje a la altura de Leo
Hoy en día, el Barça ya no piensa en el regreso de Messi como futbolista, pero sí en mantener viva su conexión con la entidad. Joan Laporta tiene muy claro que cuando el argentino ponga fin a su carrera profesional, el Camp Nou volverá a abrir sus puertas para él. La idea es organizar un homenaje, un acto a la altura de la leyenda que marcó un antes y un después en la historia.
Laporta considera fundamental que el legado de Messi quede inmortalizado con un tributo inolvidable. No solo por lo que significó en el terreno de juego, sino también por lo que representó como símbolo de una era dorada en la que el Barça conquistó el mundo. El homenaje sería, además, una forma de cerrar el círculo de la manera que merece el mejor jugador de la historia del club.
Julián Álvarez, el nuevo gran objetivo
Mientras mira al pasado con gratitud, el Barça también planifica el futuro con ambición. La dirección deportiva tiene marcado en rojo un nombre como prioridad para reforzar la delantera de cara a la próxima temporada y es Julián Álvarez. El delantero argentino del Atlético de Madrid se ha consolidado como una de las estrellas emergentes del fútbol mundial gracias a su olfato goleador, su polivalencia y su capacidad de trabajo.
El club ve en él al heredero ideal para liderar el ataque azulgrana en la etapa post-Lewandowski. Con apenas 24 años, combina juventud y experiencia de élite, y su perfil encaja a la perfección en el estilo ofensivo que busca Hansi Flick. Para el Barça, fichar a Julián sería dar un salto de calidad inmediato y, al mismo tiempo, invertir en un proyecto a largo plazo.
El amigo de Messi por el que el Barça lo dará todo
Además, Julián Álvarez no es solo un objetivo deportivo: su vínculo personal con Messi añade un componente emocional muy potente. Ambos compartieron vestuario en la selección argentina campeona del mundo en Qatar 2022, y mantienen una relación cercana. Para Laporta y su equipo, sería casi simbólico que el “heredero” de Messi en la Albiceleste recalara en el Camp Nou.
Según fuentes cercanas al club, el Barça lo dará todo en 2026 para cerrar su fichaje, incluso si supone un gran desembolso económico. El objetivo es construir un futuro ilusionante con un delantero de clase mundial, al tiempo que se mantiene vivo el legado de Messi a través de uno de sus grandes amigos.