El FC Barcelona había marcado el nombre de un viejo conocido como una de sus grandes prioridades. Tras explotar en la élite europea, el joven talento formado en La Masia volvía a estar en la agenda culé. Deco lideraba las conversaciones con la confianza de que esta vez sí podría cerrarse su regreso.
Xavi Simons era el objetivo. El mediapunta, que había rendido a gran nivel en Alemania y Países Bajos, estaba disponible. Su polivalencia, calidad técnica y madurez convencían por completo al cuerpo técnico liderado por Hansi Flick.

Desde dentro del club aseguraban que existía predisposición del jugador para volver al Camp Nou cuanto antes. Había diálogo fluido con su entorno y el Barça manejaba varias fórmulas para afrontar la operación.
Simons, por su parte, se había mostrado receptivo a regresar al club donde se formó como futbolista y persona. Sus publicaciones en redes y sus declaraciones pasadas habían alimentado ese deseo compartido. Todo parecía ir encaminado a un acuerdo satisfactorio para todas las partes.

Simons lanza el enigma y reaviva el interés
Nadie sabe exactamente a qué se refería, pero en el entorno culé no han dejado de circular teorías. Algunos apuntan a discrepancias con antiguos directivos, otros a promesas incumplidas en su etapa juvenil. Sea como sea, sus palabras despertaron de nuevo el fuego.
La afición, especialmente en redes, ha vuelto a pedir su regreso con fuerza. No son pocos los que consideran que el Barça cometió un grave error dejándole escapar. Y aún hoy se lamenta no haberlo blindado cuando aún vestía de azulgrana.

Internamente, Deco sigue manteniendo contacto con su agencia, pero las prioridades del club han cambiado. Rashford, Lamine Yamal, Pedri y Gavi copan la atención del proyecto. Y la competencia por minutos podría acabar siendo un obstáculo más.
Simons, mientras tanto, ha demostrado estar preparado para dar el siguiente paso. A sus 22 años, ya ha brillado en tres grandes ligas y mantiene una madurez poco habitual. Su físico, visión de juego y liderazgo le permiten asumir responsabilidades sin miedo.

La llegada de Rashford lo cambia todo
Sin embargo, la irrupción de Marcus Rashford lo alteró todo. El Barça cerró su fichaje a través de una cesión inesperada. Aunque ilusionante para la afición, ese movimiento enfrió por completo la opción de Xavi Simons.
El club entendía que dos jugadores de ese perfil podrían solaparse en cuanto a rol y protagonismo. Además, la ficha de Rashford representaba un esfuerzo que limitaba nuevas operaciones en ataque. El propio Flick prefería evitar acumulaciones innecesarias en ciertas demarcaciones.
Eso provocó que el Barça dejara de insistir con la fuerza inicial. Las llamadas al entorno del jugador se redujeron y la prioridad deportiva pasó a otro plano. Y en ese contexto, surgieron unas declaraciones que reabrieron el debate.
En una entrevista reciente, Simons dejó caer una frase cargada de significado. “Algún día explicaré por qué me fui del Barça”, lanzó con una media sonrisa. Esa afirmación volvió a colocar su nombre en el centro de todas las conversaciones.

Destino final
Con el Barça descolgado de la carrera, el desenlace está a punto de producirse. Un club inglés ha tomado la delantera con una oferta irrechazable. Apuesta por su talento, por su versatilidad y por su capacidad de marcar diferencias.
El acuerdo está prácticamente cerrado, según fuentes próximas al entorno del futbolista. Falta el anuncio oficial, pero la decisión está tomada y ya se han activado los últimos flecos. Su próximo destino no será el Camp Nou.
El club que se llevará a Xavi Simons no es otro que el Chelsea. Allí se le espera como una pieza clave del nuevo proyecto. Londres será el próximo escenario donde tratará de seguir brillando.
