Con el mercado de verano a la vuelta de la esquina, el Barça ya trabaja para equilibrar la masa salarial. Joan Laporta, junto a Deco y a Flick, ha dejado claro que antes de fichar, hay que vender o, al menos, liberar sueldos.
El Barça quiere reforzarse de forma competitiva. Entre los objetivos marcados está la incorporación de un extremo izquierdo de primer nivel, con Luis Díaz como primera prioridad y también la llegada de un nuevo portero.
Andreas Christensen, Pau Víctor y Ansu Fati, entre los candidatos a salir
Andreas Christensen, por ejemplo, podría ser uno de los sacrificados si llega una oferta atractiva. Su perfil gusta a clubes de la Premier League, y su salida permitiría un ahorro en el coste salarial. Pau Víctor, por su parte, podría buscar minutos lejos del primer equipo, ya sea como venta o cesión.
Quien parece completamente descartado para salir es Ronald Araújo. El central uruguayo ha sido vinculado con varios clubes, pero ha dicho que quiere quedarse en el Barça. Desde el club también valoran su compromiso y liderazgo, por lo que su continuidad está garantizada.
Ansu Fati, el primero en salir rumbo a Mónaco
La primera salida, sin embargo, ya tiene nombre y destino. Ansu Fati será el primero en abandonar la disciplina azulgrana este verano, pero no será una venta definitiva, al menos de momento. El atacante se marchará cedido al AS Mónaco, en una operación que incluirá una opción de compra por valor de 20 millones de euros.
La cesión se ve como una fórmula beneficiosa para todas las partes: el Barça aligera masa salarial y hace sitio, mientras que Ansu podrá tener los minutos que no ha conseguido. Aunque no es el desenlace que muchos imaginaban para el jugador que heredó el dorsal 10 de Messi, sí parece ser una solución provisional.
El vestuario, tocado por la salida de Ansu
Sin embargo, la noticia no ha caído bien en todos los rincones del vestuario culé. Jugadores como Gavi, muy cercano a Ansu Fati desde las categorías inferiores, han recibido el anuncio con tristeza. El atacante no solo era un compañero, sino también un pilar emocional dentro del grupo.
Su marcha se siente como una pérdida importante en lo humano, más allá de lo deportivo. Ansu Fati era querido y respetado por todos, y su salida dejará un vacío emocional en la plantilla.