Julián Álvarez está atravesando el mejor momento de su carrera y lo demuestra cada semana con el Atlético de Madrid. Lejos de la sombra de Haaland, ha encontrado en el Metropolitano el lugar ideal para explotar su talento. Mientras tanto, en el Barça no pierden de vista su evolución.
La dirección deportiva azulgrana lleva meses valorando su fichaje como opción para reforzar la delantera. Con una economía algo más estabilizada, el club comienza a mirar al mercado con más ambición. Deco y Laporta ya manejan informes sobre el argentino, que recientemente dejó un mensaje que ha generado ruido en la Ciudad Condal.
De promesa tapada a estrella del Atlético
Julián llegó al Manchester City en 2022 tras brillar en River Plate, aunque no tuvo un aterrizaje inmediato en la Premier. Primero se quedó cedido en su país y luego debió competir con Haaland, quien acaparó todos los focos. A pesar de su entrega y calidad, no logró afianzarse como titular.
El Mundial de Qatar fue un punto de inflexión, donde pasó de suplente a héroe con la selección argentina. Su rendimiento despertó el interés de varios clubes, y finalmente aceptó la propuesta del Atlético de Madrid. Bajo las órdenes de Simeone ha crecido hasta convertirse en una pieza fundamental.
Sus números impresionan… y sus palabras aún más
En la presente temporada, Julián suma 25 goles y 5 asistencias en 44 encuentros. Más allá de las estadísticas, su actitud, movilidad y carácter lo han hecho indispensable en el esquema rojiblanco. Pero su última aparición pública ha tenido más impacto que cualquier gol.
Todo comenzó antes del duelo entre Argentina y Brasil, cuando Raphinha afirmó que ganarían sin problemas. Tras la victoria albiceleste, Julián respondió con claridad:
“Con humildad y trabajo duro hicimos un gran partido y les dimos una lección”. Una frase que no pasó desapercibida en el vestuario azulgrana.
En Barcelona valoran su perfil competitivo, su juventud y su capacidad para marcar diferencias. Sin embargo, el Atlético no está dispuesto a vender por menos de 100 millones de euros. Una cifra actualmente fuera del alcance culé.
Además, la tensión con Raphinha complica cualquier escenario compartido. Aunque en el fútbol estas situaciones se superan, no es el mejor punto de partida. Desde el entorno del jugador también transmiten que está cómodo en Madrid y no tiene prisa por cambiar de aires.

Una situación que incomoda a la directiva culé
Julián no ha cerrado ninguna puerta, pero su mensaje ha sido interpretado como un aviso. Se siente valorado en el Atlético y sabe que ahora es él quien tiene el control de su futuro. Su crecimiento lo pone en la agenda de todos, pero su precio y contexto lo alejan del Barça.
Deco y Laporta siguen buscando opciones que encajen tanto en lo deportivo como en lo económico. Julián es una opción ideal sobre el papel, pero hoy por hoy, parece más una ilusión que una prioridad. Y su última declaración no ha hecho más que enfriar todavía más ese posible acercamiento.