Lamine Yamal no deja de romper moldes. Con solo 17 años, ya ha superado cualquier expectativa que pudiera haber sobre él al inicio de la temporada. En su primer curso completo en la élite, suma 14 goles, 22 asistencias y actuaciones que han puesto a Europa a sus pies.
El Barça lo ve como el futuro del club. Y también como el presente. Por eso, cualquier movimiento o declaración relacionada con él genera ruido, sobre todo si viene desde el otro lado del puente.
Y eso es justo lo que acaba de ocurrir. Porque lo que parecía imposible ahora se contempla como un guiño real.
Una madurez impropia de su edad
Lamine no solo destaca por lo que hace con el balón. También por su inteligencia, calma en los momentos importantes y capacidad para liderar el ataque culé. No es casualidad que Flick haya construido parte de su esquema ofensivo en torno a él.
Su sociedad con Dani Olmo ha sido uno de los grandes descubrimientos de la temporada. Y aunque todavía tiene mucho margen de mejora, ya es considerado uno de los mejores extremos de Europa. En el vestuario lo respetan como a un veterano.
Y en el resto de equipos… lo temen. Pero también lo admiran.
¿Un nuevo 'caso Figo'?
En las últimas horas ha surgido un paralelismo inesperado con uno de los capítulos más polémicos de la historia del fútbol español. El famoso caso Luis Figo, cuando el astro portugués cambió el Camp Nou por el Bernabéu, sigue siendo una herida abierta. Y ahora, se habla de un posible giro de guion.
Esta vez, con los papeles invertidos. Desde el entorno del Real Madrid ha surgido una admiración tan evidente hacia Lamine que ha encendido las alarmas. Y no ha sido de un aficionado, sino de una de sus mayores promesas.
Las redes, como era de esperar, han explotado. Pero lo más interesante es que, desde el entorno culé, no ha habido rechazo.
El protagonista de este inesperado gesto es Nico Paz, jugador del Real Madrid cedido actualmente en el Como de la Serie A. Su progresión es notable, y su nombre está marcado como una pieza de futuro en Valdebebas. Pero ha sorprendido a todos con sus palabras.
En una entrevista reciente, Nico fue consultado sobre los futbolistas con los que más le gustaría compartir equipo. Su respuesta fue directa: “He jugado con Vinícius y con Bellingham. Si tengo que elegir a otro, digo Lamine Yamal; es de los mejores del mundo”.
No es una frase cualquiera. Es una declaración que, en el contexto actual, tiene más peso del que muchos imaginan.
¿Solo admiración o algo más?
Nico Paz ha abierto una puerta. No se trata de un guiño casual: lo ha dicho sabiendo lo que implica. No es habitual que un canterano del Madrid se rinda tan abiertamente a un jugador del Barça, y menos con esa contundencia.
En el club azulgrana ya han tomado nota. Nico es un jugador que gusta por su calidad técnica, visión y perfil adaptable. Si su deseo se mantiene firme, no sería la primera vez que un talento cambia de colores en pleno auge.
Y el caso Figo, aunque irrepetible, demuestra que en el fútbol nunca se puede decir “nunca”.
Nico Paz no solo ha elogiado a Lamine Yamal. Ha dejado abierta la posibilidad de compartir vestuario con él algún día. En Barcelona lo interpretan como algo más que admiración deportiva.
El joven talento blanco, que sigue creciendo en Italia, podría acabar protagonizando uno de los grandes bombazos del mercado si sus palabras se convierten en intención real. Por ahora, es solo una frase. Pero en el fútbol moderno, una frase puede ser el primer paso hacia una historia que nadie esperaba.
Y esta, puede escribirse con tinta blaugrana.