El FC Barcelona sigue dando pasos firmes en su reconstrucción. Mientras el equipo de Flick se juega el todo por el todo en la recta final del curso, la dirección deportiva ha acelerado su trabajo de cara a la temporada 2025/26. Joan Laporta, convencido de que es el momento adecuado, ha autorizado un movimiento que cambia las reglas del juego.
En el club lo tienen claro: la plantilla necesita retoques puntuales, pero con ambición. Con varios frentes abiertos en Liga y Champions, la cúpula deportiva no quiere esperar al verano para moverse en el mercado. Y en silencio, el Barça ha sellado una operación de gran calado que no solo refuerza al equipo, sino que también afecta a un rival directo.

El objetivo: reforzar una posición clave en ataque
Flick ha transmitido sus prioridades con claridad. La banda izquierda necesita una cara nueva, alguien joven, desequilibrante y capaz de generar peligro en el uno contra uno. Durante semanas se habló de nombres como Nico Williams y Luis Díaz, pero en los últimos días el foco se ha desplazado.
Deco y Laporta llevan meses siguiendo el desarrollo de un jugador muy concreto. Un perfil que encaja con la idea futbolística del nuevo Barça y que, además, representa una apuesta de presente y futuro. Todo se ha cerrado con una rapidez que ha sorprendido incluso dentro del propio club.

Desde el entorno del Barça confirman que las conversaciones han sido discretas, pero constantes. El jugador, decidido a cambiar de aires, ha rechazado propuestas de renovación de su actual equipo. Y lo ha hecho convencido de que el proyecto de Flick es el mejor para su crecimiento.
La noticia ha generado sorpresa en París. El club de origen del futbolista contaba con él como una de las piezas clave para su futuro inmediato. Pero ni los argumentos deportivos ni la presión institucional han logrado hacerle cambiar de opinión.

Flick lo aprueba: velocidad, talento y polivalencia
El entrenador alemán ha seguido de cerca su evolución. Valora especialmente su capacidad para romper líneas desde la izquierda, pero también su inteligencia táctica para adaptarse a posiciones interiores. En su sistema, la versatilidad es un valor diferencial, y este fichaje cumple con creces.
El Barça no solo refuerza una zona sensible del campo. También lanza un mensaje claro al resto de Europa: el club está recuperando su atractivo en el mercado. Ya no solo retiene a sus estrellas, también compite por los jóvenes más cotizados del continente.

En el Parque de los Príncipes la reacción ha sido de sorpresa. El jugador formaba parte del grupo de jóvenes talentos que el club quería blindar de cara al futuro. Luis Enrique contaba con él y su salida ha supuesto un revés para los planes deportivos de la entidad.
La operación también afecta emocionalmente al PSG. Perder a un futbolista formado en su entorno y verlo fichar por un rival europeo directo es un golpe que costará digerir. La afición parisina ya ha comenzado a mostrar su descontento.

Ya es oficial, será azulgrana
El protagonista de este movimiento es Désiré Doué. El joven extremo francés, que ha brillado esta temporada con el PSG, ha decidido aceptar la propuesta del FC Barcelona. El acuerdo ya está cerrado y su llegada se anunciará oficialmente tras el final de la campaña.
Laporta ve en él un fichaje estratégico: un talento joven, con proyección inmediata y margen de mejora. Flick lo incorporará a la pretemporada como una de sus piezas clave para la 2025/26. El Barça se adelanta al mercado, debilita a un rival directo y refuerza su proyecto con uno de los jugadores más prometedores del fútbol europeo.