El FC Barcelona llevaba tiempo preparando un gran movimiento de mercado para reforzar su ataque. La dirección deportiva tenía claro que el siguiente paso era incorporar un perfil de banda explosivo, joven, con experiencia en LaLiga y margen de crecimiento. El jugador encajaba perfectamente en el esquema de Hansi Flick y en los deseos de la plantilla.
Dos de los pesos pesados del vestuario, Raphinha y Lamine Yamal, habían dado el visto bueno a su llegada. Ambos confiaban en que su fichaje ayudaría al equipo a ser aún más peligroso por los extremos. El cuerpo técnico compartía esa visión, y Deco ya tenía trazado un plan para incorporarlo.
Raphinha pone todo patas arriba
Pero los planes del club han cambiado drásticamente en las últimas semanas. El nivel de Raphinha se ha disparado y ha vuelto a ser ese futbolista desequilibrante que puede marcar diferencias en cualquier escenario. Su rendimiento ha convencido por completo a Flick, quien ahora no contempla su salida.
El brasileño se ha ganado el derecho a seguir en el Barça. Y con ello, el fichaje que debía ocupar su lugar en la banda ha quedado congelado. Sin hueco ni margen salarial suficiente, el club se ha visto obligado a frenar negociaciones.
El extremo deseado tenía todo lo necesario para triunfar en el Camp Nou. Juventud, velocidad, regate, gol y carácter competitivo. Encajaba además con la filosofía Barça: formado en cantera, consolidado en LaLiga y con proyección internacional.
Durante semanas, las conversaciones avanzaron a buen ritmo. Su entorno veía con buenos ojos el proyecto de Flick, y el jugador estaba dispuesto a esperar al Barça. Pero las dudas del club y la falta de una decisión firme han abierto la puerta a otros pretendientes.
El Bayern de Múnich, más rápido y más claro
Mientras en Barcelona se lo pensaban, en Alemania han actuado. El Bayern de Múnich, con la intención de rejuvenecer sus bandas, ha aprovechado la indecisión culé para cerrar una operación de primer nivel. Han presentado una oferta sólida, con proyecto deportivo claro y un papel protagonista garantizado.
El club alemán ha acordado pagar 60 millones de euros, cifra que no ha podido igualar el Barça. Su propuesta ha convencido al jugador y a su club actual. En las próximas semanas, será presentado oficialmente como nuevo jugador del Bayern.
Antes de que el Bayern tomara la delantera, equipos como el Chelsea y el Arsenal también mostraron interés. Sin embargo, su entorno priorizaba una salida estructurada, sin prisas ni promesas vacías. El jugador quería un club que apostara por él como titular indiscutible.
En ese contexto, el Bayern ha ofrecido lo que el Barça no ha podido: una oferta firme, sin necesidad de esperar ventas ni ajustes financieros. Una oportunidad demasiado buena como para dejarla pasar.
El Athletic no pudo retenerlo
Su club de origen hizo todo lo posible para que continuara. Le ofrecieron una mejora de contrato, un proyecto competitivo y el rol de estrella absoluta. La clasificación europea del equipo era otro aliciente para quedarse.
Pero el jugador sentía que era el momento de dar un paso más. Y aunque su salida deja un vacío importante en el equipo vasco, las condiciones económicas han facilitado el acuerdo.
Mientras Raphinha se gana su continuidad y Lamine Yamal sigue deslumbrando, el Barça cierra la carpeta de uno de los fichajes más deseados del año. El jugador que todos querían en el Camp Nou ya ha elegido destino.
Nico Williams jugará en el Bayern de Múnich. El extremo vasco pone rumbo a Alemania tras una operación que supera los 60 millones de euros y deja al Barça sin su fichaje estrella.