Un hombre con expresión seria junto al escudo del Valencia C.F. sobre un fondo rosa.

Confirmado, el Valencia se lleva al peor jugador del Barça: Flick no lo aguantaba más

Un miembro del vestuario ya hace las maletas con un nuevo destino en el horizonte

El FC Barcelona ha firmado una temporada que muchos ya califican de histórica. Más allá de los títulos o del rendimiento global, lo más destacable ha sido la transformación de algunos jugadores clave. Hansi Flick ha conseguido sacar lo mejor de piezas que parecían perdidas, y eso ha sido fundamental para alcanzar los objetivos del curso.

Lamine Yamal y Pedri han liderado con su talento y frescura. Pero otros, como Raphinha y Frenkie de Jong, han recuperado protagonismo y nivel competitivo. Incluso nombres que no partían como titulares han terminado ganando peso dentro del sistema del técnico alemán.

Dos jugadores de fútbol con uniforme azul y rojo celebran en el campo mientras uno de ellos hace un gesto con la mano.
Ferran Torres en la final de la Copa del Rey | @FCBarcelona

El resurgir de Ferran Torres

Ferran ha sido una de las sorpresas más gratas del vestuario culé. De estar en la rampa de salida, ha pasado a ser una pieza clave con 19 goles y 7 asistencias. Su capacidad para adaptarse a distintas posiciones de ataque y su compromiso lo han convertido en un fijo para Flick.

Tanto ha sido su impacto, que incluso ha desplazado a Robert Lewandowski del once inicial en varios partidos. Su evolución ha sido constante y meteórica, hasta consolidarse como uno de los mejores activos del equipo. Por eso, cuando han llegado ofertas de clubes como el Milan o el Aston Villa, el Barça lo ha tenido claro.

Hansi Flick ha sido tajante: Ferran no se toca. Lo considera fundamental en el nuevo proyecto que se está construyendo. Y aunque su valor de mercado ha crecido, en el club no tienen intención alguna de desprenderse de él.

Un jugador de fútbol con camiseta de entrenamiento negra del FC Barcelona, con logotipos de Nike y Spotify, en un campo con fondo amarillo y rojo.
Ferran Torres | @FCBarcelona

Pero no todos han tenido la misma suerte que Ferran. Iñaki Peña ha vivido el curso en la absoluta sombra, sin apenas minutos ni protagonismo. Su papel ha quedado relegado al de tercer portero, y eso ha generado incomodidad tanto en él como en su entorno.

Consciente de que no tiene hueco en el nuevo Barça, el meta ha tomado la decisión de marcharse. Varios clubes han mostrado interés en hacerse con sus servicios. Y en las últimas horas, ha ganado fuerza una opción que, curiosamente, cuenta con la bendición de Ferran.

Se trata del Valencia, que tras la posible marcha de Giorgi Mamardashvili busca un nuevo guardameta. Peña es una opción interesante por edad, formación y coste. Y el propio Ferran, natural de la Comunidad Valenciana, ya le ha aconsejado que acepte la propuesta.

Un portero de fútbol con uniforme amarillo patea un balón en un estadio lleno de espectadores.
Iñaki Peña jugando con el Barça | @FCBarcelona

Ferran, clave también fuera del campo

"En el Valencia estarás muy bien", habría dicho Ferran Torres en una conversación reciente con Peña. El delantero sabe lo que significa jugar en Mestalla, donde él dio sus primeros pasos como profesional. Además, para Peña, nacido en Alicante, sería un destino familiar y motivador.

Ferran considera que ese entorno permitiría al portero recuperar confianza y minutos. Algo esencial para cualquier jugador que quiera relanzar su carrera. Y todo indica que el consejo ha calado: el acuerdo entre clubes está bien encaminado.

El Barça, por su parte, vería con buenos ojos esta salida. Liberaría espacio en la portería y permitiría ajustar la plantilla a las nuevas necesidades de Flick. Al mismo tiempo, reforzaría las relaciones con un Valencia que siempre ha sido un socio natural en el mercado.

Un portero de fútbol detiene un balón durante un entrenamiento en el campo.
Iñaki Peña en el Barça | @FCBarcelona

El futuro de Ferran y Peña, caminos opuestos pero decisiones necesarias. Uno se afianza como estrella en el Barça y el otro busca una nueva oportunidad para brillar. Lo cierto es que, en ambos casos, hay algo en común: la determinación para tomar el control de su destino.