Frenkie de Jong está completando una temporada muy distinta a las anteriores. Cuando muchos ya lo veían fuera del proyecto, el neerlandés ha logrado consolidarse como una pieza fundamental para Hansi Flick. Su nombre, que hace un año estaba entre los primeros en la lista de posibles salidas, ahora figura como uno de los pilares del centro del campo azulgrana.
Nadie lo esperaba, ni siquiera dentro del club. De Jong había vivido campañas irregulares, marcadas por lesiones, dudas y un salario que limitaba su encaje en un Barça que necesitaba liberar masa salarial. Pero el fútbol cambia rápido… y Frenkie también.

Un rol clave tras la lesión de Casadó
El punto de inflexión llegó con la baja de Marc Casadó. El joven mediocentro catalán estaba ganando protagonismo, pero su lesión dejó un hueco en el equipo titular. Flick decidió confiar en De Jong, y el holandés no lo desaprovechó.
Desde entonces, se ha adueñado de la medular. Su capacidad para romper líneas, su lectura táctica y su mejora en el posicionamiento defensivo han sido determinantes. En este Barça que busca equilibrio entre juventud y experiencia, Frenkie ha sabido colocarse en el centro del proyecto.

Pero por mucho que rinda en el campo, su situación contractual impone una decisión urgente. De Jong tiene contrato hasta 2026, esto deja al club frente a un escenario claro: o se renueva este verano o se pone en venta. Dejarle marchar gratis en 2026 sería un error imperdonable.
Por eso, Joan Laporta y Deco ya han comenzado a moverse. Según fuentes cercanas al club, hay contactos abiertos con su agente, Ali Dursun. Las conversaciones son positivas, pero existe un obstáculo importante: su salario.

El contrato heredado de la era Bartomeu
Cuando llegó al Barça en 2019, De Jong firmó uno de los contratos más altos del vestuario. Era la era Bartomeu, y las cifras estaban fuera de mercado. Desde entonces, ese sueldo ha sido un problema constante, tanto para cuadrar las cuentas como para avanzar en renovaciones de otros jugadores.
El club no puede repetir errores del pasado. Si Frenkie quiere seguir, deberá aceptar una reducción salarial importante. Se le ofrecerá un contrato de larga duración, sí, pero con condiciones muy distintas a las actuales.

En lo deportivo, no hay debate. Hansi Flick ha pedido expresamente que Frenkie continúe. Lo ve como el equilibrio perfecto entre la juventud de Gavi o Fermín y la experiencia que se necesita para competir en Europa.
Flick valora su polivalencia, su compromiso y el crecimiento que ha mostrado en los últimos meses. No lo ve como un jugador de rotación, sino como un pilar sobre el que construir el nuevo Barça. Y Laporta coincide con él.

El interés de otros clubes europeos
El rendimiento de De Jong no ha pasado desapercibido fuera de España. Equipos como el Bayern, el United y el PSG han preguntado por su situación. Todos saben que si no renueva, el Barça podría verse obligado a vender y ahí estarían listos para ofrecerle un salario superior.
Pero el jugador tiene claro su deseo: quiere triunfar en el Barça. Siempre lo ha dicho y lo mantiene. Aun así, no está dispuesto a aceptar cualquier condición, lo que mantiene cierta tensión en las negociaciones.

¡Y aquí viene la sorpresa! Cuando todos pensaban ya se había acabado, resulta que Frenkie de Jong se va a... quedar en el Barça. Sí, después de tantos rumores y especulaciones, el neerlandés ha decidido continuar en el club.
Mientras el club trabaja en reforzar posiciones como el lateral derecho o el extremo izquierdo, también habrá espacio para renovar a jugadores estratégicos. Frenkie de Jong es uno de ellos. No será sencillo, pero en el Camp Nou creen que hay margen para cerrar el acuerdo.
La clave estará en el equilibrio: un contrato que permita a De Jong sentirse valorado y, a la vez, se adapte al nuevo modelo económico. Si todo va según lo previsto, Frenkie seguirá de azulgrana… esta vez como pieza imprescindible.