La relación entre Frenkie de Jong y el FC Barcelona vive uno de sus momentos más tensos desde que llegó al Camp Nou en 2019. El mediocampista neerlandés, pieza fundamental en los esquemas de Flick, se encuentra en el centro de un conflicto que mezcla lo deportivo con lo económico. Y según ha trascendido, la última decisión del club lo ha dejado completamente helado.
El Barça lleva meses trabajando en su renovación, pero las negociaciones se han enquistado. Joan Laporta y Deco consideran que su contrato actual es insostenible para las arcas de la entidad. Y han transmitido al futbolista que no hay margen para seguir en las mismas condiciones.
Un contrato fuera de mercado
De Jong firmó en su día un acuerdo con cifras que se dispararon por los aplazamientos salariales durante la pandemia. Actualmente percibe más de 20 millones brutos, lo que lo convierte en uno de los mejor pagados de la plantilla. Para el Barça, que todavía lucha por volver a la norma 1:1, ese salario resulta un lastre.
La directiva considera imprescindible rebajar la masa salarial si quiere inscribir a los fichajes recientes y mirar el mercado de invierno con garantías. Y en ese contexto, De Jong se ha convertido en la gran prioridad. El mensaje del club es claro: o acepta una rebaja con ampliación de contrato, o se abrirá la puerta a una venta.
El propio futbolista, según fuentes cercanas, no esperaba una postura tan firme. Frenkie confiaba en que el club valorara su lealtad en los últimos años, cuando rechazó ofertas millonarias de la Premier League para seguir en Barcelona.
El ultimátum que cambia el tablero
El Barça ha puesto un límite temporal a la negociación. La propuesta transmitida establece que la renovación debe cerrarse antes de final de temporada. En caso contrario, se explorarán traspasos en el verano de 2026 para evitar que el jugador pueda marcharse libre.
En el vestuario esta situación ha generado sorpresa, especialmente porque De Jong es un referente tanto en el césped como en el día a día. Jugadores como Pedri y Araújo lo consideran una pieza imprescindible en el centro del campo. Sin embargo, el club insiste en que el aspecto económico no permite excepciones.
De Jong, por su parte, habría confesado a su círculo más cercano que no se esperaba un ultimátum tan duro. Siempre pensó que el Barça priorizaría su continuidad sin condiciones. Y ese giro ha provocado un impacto emocional evidente.
La visión de flick
Hansi Flick mantiene la confianza absoluta en el neerlandés. El técnico cree que su fútbol de control y equilibrio es irremplazable. En la pretemporada fue uno de los jugadores más utilizados, y su liderazgo dentro del campo sigue siendo incuestionable.
Pero Flick también sabe que la decisión no depende solo de lo deportivo. Laporta y Deco manejan la situación con una perspectiva más amplia: sostener la economía del club. Y por mucho que quieran blindar a De Jong, no podrán hacerlo sin ajustar las cifras actuales.
El técnico alemán ha pedido calma, convencido de que todavía hay margen para encontrar una solución intermedia. Aunque en privado reconoce que, si no hay acuerdo, el club se verá obligado a venderlo.
El Barça ya ha recibido llamadas de clubes como el Manchester United, el Chelsea o el Bayern de Múnich. Todos ellos estarían dispuestos a aprovechar cualquier grieta en la relación entre Frenkie y la directiva. Y no se descarta que en los próximos meses lleguen ofertas formales.
De Jong lo tiene claro: quiere quedarse en el Barça. Pero su confesión refleja la sorpresa que le ha provocado el ultimátum del club: “No me lo esperaba...”. La pelota está en su tejado y el futuro del centrocampista pende de un hilo.