La Premier League vuelve a poner sus ojos en el Camp Nou. Y esta vez, la amenaza no llega desde un club cualquiera. El vigente campeón de Europa ha activado su maquinaria para hacerse con una de las piezas más valiosas del actual proyecto azulgrana.
Durante los últimos meses, su nombre ha sido asociado a diversas operaciones y movimientos internos. No tanto por su rendimiento, que ha sido excepcional, sino por el interés creciente desde el extranjero. Su versatilidad, compromiso y regularidad le han convertido en una prioridad absoluta para el cuerpo técnico.
A sus 26 años, ha alcanzado una madurez competitiva que le permite brillar tanto de central como de lateral. Esta polivalencia es una de las cualidades más valoradas por los grandes clubes europeos. En el Barça no ha pasado desapercibido, y ya trabajan para blindarlo hasta 2031.
El Barça le quiere como pilar del nuevo ciclo
La temporada pasada firmó unos registros realmente sorprendentes para su posición defensiva. En 53 partidos oficiales, sumó 4 goles y 8 asistencias, cifras más propias de un centrocampista ofensivo. Su presencia en el campo eleva al equipo tanto en defensa como en la salida de balón.
Flick ha sido claro en todas las reuniones con la dirección deportiva, no se toca, ni este verano ni en ningún otro a corto plazo. El técnico alemán lo considera uno de los tres jugadores más importantes del equipo. Y desde el club, esa opinión es compartida al 100%.
El jugador también ha ganado peso en el vestuario, siendo respetado tanto por los más jóvenes como por los veteranos. Su comportamiento es ejemplar dentro y fuera del campo, y su liderazgo empieza a consolidarse. Por todo ello, Joan Laporta y Deco quieren asegurarse su continuidad.
Guardiola lanza la ofensiva desde Mánchester
A pesar de ello, el Manchester City ha decidido entrar en escena de forma decidida. Según informa ‘RMC Sport’, el club inglés ya ha sondeado el entorno del jugador en las últimas semanas. La oferta oficial aún no se ha producido, pero la cifra inicial supera los 80 millones de euros.
Pep Guardiola ha sido quien ha impulsado personalmente el movimiento. Considera que se trata del perfil ideal para su línea defensiva. Alaba su inteligencia táctica, su fiabilidad en el uno contra uno y su capacidad para jugar en distintas posiciones.
Desde el entorno del jugador aseguran que está feliz en Barcelona, cómodo con su rol y centrado en los objetivos. No hay intenciones de marcharse a corto plazo, y menos ahora que se ha convertido en uno de los líderes del equipo. No obstante, las cifras manejadas desde Inglaterra no se pueden ignorar.
El Barça responde con firmeza
La reacción del Barça ha sido inmediata y categórica. La respuesta desde los despachos ha sido clara: no está en venta bajo ningún concepto. Solo una oferta estratosférica y fuera de mercado podría abrir la puerta a una negociación, y aun así, no sería fácil convencer a Flick.
La idea del club es anunciar su renovación antes del mes de octubre, ampliando su contrato y mejorando su salario. También se incluiría una cláusula de rescisión más elevada, cercana a los 1.000 millones de euros. Es su forma de proteger a una de sus joyas más codiciadas.
En paralelo, se trabaja en reforzar otras posiciones del campo, con la tranquilidad de tener asegurada una defensa de garantías. Aunque el Manchester City insista, el Barça se ha blindado por completo.
Y no es para menos. El jugador en cuestión no es otro que Jules Koundé. El francés ha convencido a todos y, al menos este verano, no se moverá del Camp Nou.