En el Barça han definido que la prioridad es Luis Díaz. El extremo colombiano del Liverpool es el objetivo número uno de Deco para ocupar el flanco izquierdo del ataque azulgrana. Su velocidad, desborde y capacidad para generar peligro en el uno contra uno han convencido a la dirección deportiva, que considera que encajaría a la perfección en el sistema de Flick.

Deco, de hecho, ha dado luz verde total para ir con todo a por Luis Díaz. El plan del Barça pasa por presentar una oferta que, aunque no alcance los 80 millones que pide el Liverpool, incluya un buen montante. No será fácil, pero en el club creen que el deseo del jugador también podría jugar un papel determinante en la operación.
El Bayern se entromete
El Bayern de Múnich también ha puesto sus ojos en el extremo colombiano. Necesitan reforzar las bandas y consideran que Luis Díaz es ideal para elevar el nivel ofensivo del equipo bávaro. Y a diferencia del Barça, los alemanes parecen más dispuestos a pagar los 80 millones que exige el Liverpool por dejar salir al jugador.
Desde Alemania aseguran que el Bayern ya ha hecho contactos iniciales con el entorno y que el club está dispuesto a acelerar la operación si el colombiano da el visto bueno. Para el Barça, esto representa un serio problema, ya que compite en inferioridad económica frente a los alemanes. Si la puja se convierte en una guerra de billetes, los culés lo tienen muy complicado.
No es el único objetivo de ambos equipos
Pero Luis Díaz no es el único objetivo que comparten los dos gigantes europeos. En los últimos días han crecido los rumores sobre el interés tanto del Barça como del Bayern en Xavi Simons, jugador del Leipzig. El joven neerlandés ha completado una temporada espectacular, y tanto Flick como Kompany lo consideran una pieza muy interesante.

Simons, versátil, con capacidad para jugar tanto de interior como de mediapunta o incluso en banda, es una opción interesante.
Un objetivo difícil
El Barça tiene un vínculo emocional con el jugador, ya que Simons se formó en La Masía antes de marcharse al PSG. En el club catalán lo verían con buenos ojos, sobre todo por su perfil joven y su margen de crecimiento. Sin embargo, igual que ocurre con Luis Díaz, el precio de salida, entre 70 y 80 millones, supone un obstáculo importante.
Ante esta situación, una vez más, el Bayern parte con ventaja. Su músculo financiero les permite abordar operaciones que para el Barça son más complejas. La voluntad del jugador podría ser clave, pero si todo se reduce a una cuestión económica, los bávaros vuelven a estar por delante.