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Laporta

El barcelonismo, dividido como nunca por Laporta

La previsión del presidente de hablar tras la resolución del CSD sobre Olmo y Pau Víctor se mantiene

Son horas convulsas en can Barça alrededor de Joan Laporta y su junta directiva. La no inscripción de Pau Víctor y Dani Olmo ha levantado ampollas entre algunos culers, molestos por la imagen que está dando el club. Sin embargo, otros aficionados prefieren remar en la misma dirección que el presidente para no desestabilizar aún más la situación. 

La petición de dimisión de la oposición

El pasado cinco de enero, algunos de los principales grupos opositores firmaron una carta conjunta pidiendo la dimisión del presidente del FC Barcelona. Entre ellos, cabe destacar 'Sí al Futur', dirigido por Víctor Font y 'Som un clam', de Joan Camprubí. Además de ellos, ocho grupos de opinión se unieron a la petición. 

En ella, la oposición afirma tajantemente que la directiva debe dimitir para dejar paso a personas con energía para dar un vuelco a la situación. Como alternativa a la dimisión, proponen que la junta actual se someta a una cuestión de confianza vinculante. 

En caso de no acatar las solicitudes, las partes implicadas podrían plantearse un voto de censura, tal y como han reconocido en el propio comunicado. 

Laporta sigue a lo suyo

Los socios exigen a Laporta que comparezca en rueda de prensa para aclarar las cosas. Sin embargo, el presidente, fiel a su plan inicial, no tiene pensado hacerlo hasta que el CSD emita una resolución definitiva al respecto. 

El ‘timing’ previsto por el club es que esa resolución llegue, como muy pronto, el próximo miércoles 8 de enero. Será entonces cuando el presidente hablará y explicará a los socios lo sucedido. No se descarta, por tanto, que el presidente pueda comparecer en Arabia, dado que su idea es viajar con el equipo para la Supercopa de España. 

¿Cuál es el motivo que dan desde el club para no dar la cara? Al parecer, Laporta no quiere enrarecer más el ambiente ni desvelar argumentos jurídicos antes de tiempo. Sin embargo, es evidente que Laporta no está contento ni con la resolución de la RFEF ni con la petición de dimisión.