El FC Barcelona ya piensa en la próxima temporada. Uno de los grandes objetivos es reforzar la delantera con un '9' de garantías. Aunque Lewandowski sigue siendo importante, su contrato acaba en 2026 y el club busca su relevo natural.
Entre los nombres que más gustan en los despachos del Camp Nou aparece uno con letras mayúsculas. Su rendimiento esta temporada ha sido impresionante y se ha convertido en una de las estrellas de LaLiga. Hansi Flick ya ha dado el visto bueno, y Deco trabaja desde hace semanas para analizar la viabilidad del fichaje.

Visita clave al Metropolitano: se desvela el misterio
Joan Laporta aprovechó la vuelta de semifinales de Copa del Rey para conversar con Enrique Cerezo. La relación entre Barça y Atlético sigue siendo buena, a pesar de la tensión de años anteriores. El presidente azulgrana no perdió la oportunidad de tantear la operación.
El jugador en cuestión había sonado en varios momentos del año, pero ahora el interés es real. El cuerpo técnico del Barça cree que puede encajar perfectamente en el esquema de Flick, por estilo, perfil y capacidad goleadora.
Durante esa visita al Metropolitano, Laporta se atrevió a preguntar directamente por las condiciones del contrato del jugador. Y fue entonces cuando se descubrió la "sorpresa".

Una cláusula que cambia todos los planes
Hasta ahora se desconocía públicamente, pero el Atlético fue claro con su respuesta. El jugador no está en venta, ni por 80 ni por 100 millones. Si el Barça quiere llevárselo, deberá pagar la cláusula íntegra.
Una cláusula que, según han confirmado fuentes internas del club, es de 150 millones de euros.
Laporta no pudo ocultar su asombro. Al regresar a Barcelona, calificó la cifra como “una completa locura” en conversaciones privadas. El club rojiblanco se remite al documento firmado y no piensa negociar.
Esa cantidad hace prácticamente inviable cualquier operación. En el actual contexto económico del Barça, pagar 150 millones es directamente imposible.

Un perfil que encaja a la perfección
Lo más frustrante para la dirección deportiva del Barça es que el jugador encaja perfectamente en el proyecto. Tiene gol, velocidad, juventud y una mentalidad ganadora. Ya ha demostrado su capacidad para rendir en grandes escenarios, y está listo para dar un salto más en su carrera.
Además, fuentes cercanas aseguran que el futbolista estaría encantado de vestir la camiseta del Barça. Su entorno ya ha sido sondeado y ve con buenos ojos la opción de mudarse al Camp Nou. Pero todo se complica por una cifra fuera del alcance.

Con la cláusula sobre la mesa, el club debe replantear sus prioridades. Hay otros nombres en la lista, como Luis Díaz, Nico Williams o incluso opciones más económicas en el mercado internacional. El problema es que ninguno convence tanto como él.
El Barça seguirá atento, esperando que las circunstancias cambien, pero salvo giro inesperado, la operación parece cerrada antes de comenzar. Todo pasará por ventas importantes o ingresos imprevistos. De lo contrario, el jugador seguirá en Madrid.
El nombre que lo cambia todo
Sí, el gran objetivo era Julián Álvarez, actual estrella del Atlético de Madrid. Con 23 goles y 5 asistencias, se ha convertido en uno de los delanteros más cotizados de Europa. Su rendimiento ha despertado elogios de todos los sectores, incluido el cuerpo técnico culé.
Pero su cláusula de rescisión, valorada en 150 millones de euros, deja la operación prácticamente enterrada. Laporta ya ha asumido que no habrá negociaciones, y cualquier intento de fichaje queda condicionado a pagar esa cantidad.
En resumen: “Es una cláusula imposible. Una c...”, fue la frase que más se repitió en las oficinas del club al conocerse la cifra. La ilusión por ficharlo existe, pero la realidad económica manda.