Un jugador de fútbol con uniforme amarillo aparece frente a los escudos del Atlético de Madrid y el FC Barcelona sobre un fondo rosa.

Álex Baena da un giro de última hora en su futuro: Ha decidido entre Barça y Atlético

El jugador del Villarreal resuelve la duda que enfrentaba a dos grandes y ya tiene nuevo destino

En el fútbol, los veranos están marcados por decisiones que pueden alterar los planes de los grandes clubes. Esta semana, una de esas elecciones ha llegado desde Villarreal y tiene impacto directo en el FC Barcelona y el Atlético de Madrid. Álex Baena ya ha tomado una determinación definitiva sobre su futuro.

El centrocampista andaluz era seguido de cerca por ambas entidades. En el Barça, Deco y Hansi Flick lo veían como un complemento ideal para la medular. En el Atleti, Diego Simeone lo tenía marcado como una prioridad para su nuevo proyecto ofensivo.

El 'Cholo' Simeone presenciando un partido de fútbol
Simeone lo quiere | @simeone

Dudas y propuestas de primer nivel

Baena ha completado una temporada sobresaliente en el Villarreal. Con su visión de juego, asistencias y capacidad para moverse entre líneas, se ha ganado un lugar entre los mejores centrocampistas de La Liga. Su polivalencia lo convertía en una opción valiosa para cualquier gran equipo.

Durante semanas, tanto Barça como Atleti trabajaron discretamente para hacerse con sus servicios. Pero había diferencias notables en el papel que le ofrecía cada uno. En el Camp Nou, sería una pieza de rotación,  en el Metropolitano, un protagonista con galones desde el primer día.

En la Ciudad Condal había admiración por Baena, pero no la urgencia suficiente. Hansi Flick lo tenía en cuenta como refuerzo útil, pero solo si se concretaban ciertas salidas. El perfil encajaba, pero no era prioritario en la lista de necesidades inmediatas.

Además, el club no pudo garantizarle minutos ni una posición fija. Con Pedri y Fermín en la plantilla, su protagonismo habría sido limitado. Y eso, para un jugador en pleno crecimiento, pesó más que la atracción del escudo.

Un hombre gesticula mientras habla en un evento deportivo, con dos personas en el fondo.
Hansi Flick | @FCBarcelona

Simeone se movió con rapidez y determinación

En contraste, el Atlético actuó con decisión. Simeone le trasladó a Baena un mensaje claro: lo quiere como titular. Ve en él al heredero natural de Griezmann y al socio perfecto para Julián Álvarez, uno de los grandes objetivos rojiblancos para el ataque.

Además, en el Atleti valoran su experiencia en La Liga, su carácter competitivo y su capacidad para adaptarse a distintos esquemas. Le ofrecieron no solo un lugar, sino un papel central. Y eso inclinó la balanza.

Álex Baena sacando un córner en el Villarreal
Alex Baena puede salir del Villarreal | Villarreal CF

La decisión final se tomó esta misma semana. Después de semanas de reflexión, Álex Baena ha optado por fichar por el Atlético de Madrid. El acuerdo está cerrado y será anunciado oficialmente en los próximos días.

El Villarreal aceptará una cifra cercana a los 55 millones de euros, algo por debajo de la cláusula. Como gesto hacia el jugador, facilitarán su salida tras años de compromiso y rendimiento sobresaliente.

Un golpe para el Barça en plena planificación

En el FC Barcelona, esta noticia no ha sido recibida con alegría. Aunque no era una operación prioritaria, Deco confiaba en que podría ser una solución valiosa a medio plazo. Baena podía reforzar la rotación, dar descanso a los titulares y ofrecer variantes ofensivas.

Sin embargo, no hubo propuesta firme ni promesas claras. Y en un mercado tan competitivo, eso se paga. El Atlético se adelantó y se lleva a una de las perlas más cotizadas del fútbol español.

Un hombre con chaqueta deportiva negra señalando hacia adelante con el dedo índice.
Hansi Flick | @FCBarcelona

Álex Baena ha elegido un camino que le garantiza minutos, liderazgo y continuidad. Prefiere ser clave en el Atleti antes que una pieza más en el Barça. Es una apuesta valiente, pero también lógica.

Ahora, Simeone sonríe y Flick toma nota. Porque el primer gran “sí” del verano ya tiene dueño. Y no ha sido el Camp Nou.