Sigue la racha de victorias en el Palau. Tras un partido con diferentes cambios de ritmo, el equipo logra sumar una victoria más en la Euroliga (6-1) ante el Estrella Roja. Cabe destacar la mentalidad de los azulgrana que, pese a errores que acercaron a los serbios durante el partido, supieron dominar el marcador en todo momento. Una buena defensa y un recital de Jabari Parker acercó el Barça a esta victoria de tal magnitud.
Con la recuperación de Laprovittola y Jokubaitis, el equipo estaba al completo descartando a Paulí por decisión técnica y sin contar a Caicedo, jugador lesionado. Sin embargo, el argentino no acababa de recuperar las buenas sensaciones, teniendo en cuenta que no pudo jugar en los últimos 4 partidos. Tras esta victoria, los de Grimau se posicionan segundos en solitario en la clasificación de la competición europea.
El Barça se quiere mantener invicto en el Palau
Con el quinteto favorito de Grimau en pista, pero Laprovittola aun descansando, empezaba el encuentro europeo. Kalinic tomaba el papel de anotador y no dudaba en hacerse grande ante su exequipo. Un tiempo muerto pedido por Sfairopoulos, para frenar el parcial del Barça (15-12), daba la vuelta al partido. Después de este, entraban en pista Laprovittola y Teodosic. Los jugadores más esperados de la noche. Las espectaculares acciones del serbio levantaban a todo el Palau (15-12). Pese al Estrella Roja rápidamente acortar la distancia, los de Grimau lograban acabar los primeros 10 minutos por delante en el marcador (21-18).
Y volvía la intensidad. En apenas 2 minutos, un Jabari estelar coordinado con Kalinic, lograba un +10. La línea de tres se convertía en la protagonista del encuentro, desde la que Jabari y Willy no dudaban en anotar (39-23). Ambos sumaban 9 y 15 puntos, siendo los líderes del equipo en anotación. Los culers bajaban la energía en el final de la primera parte, lo que conllevaba marcharse al descanso con un resultado ajustado y un último triple de Nedovic sobre la bocina que sorprendía a todo el Palau (47-43). El descanso debía servir a los de Grimau para despertar en el rebote defensivo, que estaba siendo muy perjudicial.
Laprovittola sí formaba parte del quinteto inicial de la segunda parte. Tras repetidos intentos fallidos, llegaba el triple tan esperado del argentino y la primera vez que anotaba en el encuentro (58-49). Un golpe en la cara no era suficiente para frenar a Jabari. Cuando el jugador decide buscar el aro, no hay oposición alguna que pueda con él. Pese a un gran partido de Willy, aparecía su pesadilla: los tiros libres. A estos fallos se le sumaba un buen parcial de los serbios, que cada vez estaban más cerca (63-60). Jabari tomaba el balón y en tan solo 7 segundos cruzaba el campo entero para anotar la última del tercer asalto (65-62). A falta de 10 minutos, estaba todo por decidir.
Últimos minutos decisivos para la victoria
El ambiente del Palau estaba dividido entre los silbidos de la afición azulgrana en contra de las decisiones arbitrales y los cánticos de los serbios en la grada, que no eran pocos. Pese a sus anteriores fallos, la afición no dudaba en animar a Willy en los tiros libres (67-64). Minutos en los que resaltaba Jokubaitis que, con dos acciones seguidas, daba un pequeño respiro al equipo (72-67). El Barça continuaba por delante en el marcador, aunque con ataques muy caóticos. Grimau pedía calma a sus jugadores, cuyas únicas salidas de la defensa serbia eran los triples, que se quedaban en el intento (78-75).
Los últimos minutos del encuentro fueron polémicos. El banquillo serbio recibió una técnica que sirvió al Barça para realizar un esfuerzo final. Un tiro de Jabari desequilibrado sentenció el partido y también ayudó el bonus de los serbios, que Vesely convirtió en tiros libres para terminar el partido con un resultado de 86-81.