Jue. Sep 21st, 2023

La racha de victorias en el Palau llega a su fin tras la dura derrota ante Unicaja. Los equipos se han vuelto a ver las caras en el segundo partido de las semifinales de la Liga Endesa. Un encuentro que ha servido a los malagueños para igualar la eliminatoria en un 1-1. Apenas 48 horas más tarde del primer partido, los azulgrana han dado una imagen totalmente distinta a la del miércoles. Un equipo sin motivación ni ganas para ganar en la gran mayoría de los minutos y que les ha acabado perjudicando muy notablemente en el marcador. La primera parte ha sido mortal para los locales y un último cuarto desastroso ha sentenciado el partido.

El Barça buscaba una segunda victoria para poder viajar a Málaga con la tranquilidad que supone un 2-0. No ha sido posible y serán decisivos los partidos que se disputarán el domingo y el martes en el Carpena. Un ambiente en el que los de Saras tendrán que luchar para poder acercarse a ese puesto en la final tan anhelado.

Mal inicio azulgrana

En un inicio del partido dominado por los malagueños, Kravish abría el marcador con un triple en su primera posesión. En la otra canasta, pese a la cantidad de intentos y frente a una defensa muy intensa del Unicaja, las cosas no salían bien para el Barça. Ya llegando al ecuador del período, el equipo solo había sumado un tiro libre de Laprovittola en el marcador. Sin embargo, los de Ibon Navarro no perdonaban ni una y, dada la diferencia de puntos, el técnico azulgrana pedía tiempo muerto para intentar reconducir la situación (1-10). Seguían los errores en las jugadas del Barça, a lo que se le sumaba una gran facilidad del Unicaja en anotar (1-14). Jokubaitis tomaba las riendas del equipo a falta de un minuto para acabar el período, logrando acercarse a tan solo 6 puntos (14-20). Un equipo sin ideas en ataque que sufría con cada triple del Unicaja (16-25). Sanli aprovechaba su buena racha y, con un tiro bajo el aro, intentaba maquillar el resultado (18-25).

Los locales no salieron concentrados en este primer cuarto. Aun así, lograron aproximarse y recortar la distancia de los primeros minutos. Parecía que ambos equipos habían cambiado los roles del primer encuentro, siendo el Unicaja quien mandaba sobre los locales.

Recortando distancias pero manteniendo malas sensaciones

Ya empezado el segundo cuarto, el Barça seguía sin encontrar ninguna vía para acercarse en el marcador, hasta que Sanli se hacía grande en el interior y anotaba en placer (20-25). Los locales consiguieron igualar la intensidad en defensa, recuperando y robando balones con Kuric como pionero de estas acciones. Pasaban los minutos y se iban acercando a mano de Kalinic, con un triple (26-29). Ibon Navarro recibía una técnica por increpar a los árbitros, así como en el primer encuentro, y el Palau respondía con un abucheo al técnico. Abrines era en quién Saras confiaba para aprovechar el tiro libre de la amonestación (27-29). Pocos segundos más tarde, era él quien recibía una técnica. El partido empezaba a asemejarse al primer encuentro, en el que los árbitros fueron los protagonistas, y no para bien. Si bien el Unicaja apretó con velocidad en sus jugadas, el cuadro azulgrana replicó con la energía de jugadores como Kalinic y Kuric (37-38).

Aunque las cosas mejoraron para el Barça en este segundo asalto, faltaba la decisión y el dominio que el conjunto demostró en el primer encuentro. Ante un equipo tan sólido y un marcador ajustado, los locales no debían permitirse ningún error (37-40).

Intensidad igualada

La reanudación continuó con un Barça que anotaba únicamente por tiros libres (40-45) y un Carter que se mostraba imparable. Pese a Mirotic estar desaparecido en el ataque y haber anotado tan solo 2 puntos en la primera parte, asistía a Vesely bajo el aro (42-45). El Barça empezó a igualar la intensidad de su rival y fue el dúo de Nico’s formado por Lapro y Mirotic quien puso al equipo por delante en el marcador, haciendo levantar a todas y cada una de las personas del público (50-47). Unos minutos imperiales del equipo, que ganaba cada faceta al Unicaja (54-49). Se volvía a repetir la historia, y el jugador que más estaba aportando al equipo, Laprovittola, volvía a cargarse con 4 faltas con mucho partido por delante (54-52). Faltaba 1 minuto de periodo y el Unicaja volvía a adelantarse en el marcador con una gran visión de juego (57-61).

Un tercer cuarto que acabó con un tiro de Perry sobre la bocina y en el que el Barça acabó priorizando las jugadas individuales sobre el brillo colectivo (57-65).

Un Barça perdido

Llegaba el último cuarto y el Barça seguía cargándose con faltas que favorecían a los malagueños (59-66). En este caso era Abrines quien contaba con 4. No había manera de anotar un solo tiro en unos minutos desesperantes de los locales. Saras pedía calma a sus jugadores, que parecían nerviosos, y Laprovittola transformaba esta calma en otro triple (62-67). Era tal el descontrol que a Satoransky le quitaban el balón de las manos y la jugada acababa con una diferencia más notable en el marcador (64-74). El Barça disponía aún de medio cuarto para intentar revertir la situación. Tendría que ser sin la ayuda de Abrines, quien era expulsado por cometer su quinta falta. Seguían las discusiones en el ambiente, y los técnicos malagueños tenían que entrar en pista para calmar a Kravish, tras una falta de Vesely. El Unicaja seguía haciendo todo lo que quería, y ante la pasividad del Barça, el público empezaba a marcharse aún faltando medio cuarto (69-84).

Un partido en el que el Barça se rindió muy rápido y una victoria muy meritoria de los de Ibon Navarro (79-88). Ante un equipo como el Unicaja, y por todo lo que ha demostrado esta temporada, el Barça debe disputar con intensidad y sin margen de error los partidos que le esperan en el Carpena.