Tras diez temporadas en el primer equipo, Jordi Alba comunicó que su etapa en el FC Barcelona acabará en junio de 2023. El lateral zurdo pone el punto y final a una historia con el club culé que le ha convertido en uno de los mejores laterales de la historia del club y uno de los mayores defensores del equipo, tanto dentro como fuera del campo.
Sin duda, su salida deja un hueco difícil de rellenar, pues el nivel que ha ofrecido a lo largo de esta última década es sobresaliente.

El regreso del hijo pródigo
Jordi Alba fue canterano del FC Barcelona durante 7 años, hasta que decidió marcharse a la UE Cornellà. Ahí rindió a un gran nivel, y eso hizo que el Valencia se fijara en él para cubrir la posición de extremo zurdo. Tras un año cedido en el Nàstic de Tarragona, volvió al conjunto ché, donde poco a poco fue retrasando su posición, hasta asentarse como lateral zurdo.
Paralelamente, en Barcelona, Éric Abidal era el amo de la banda izquierda del Barça, pero sus problemas de salud le obligaron a dejar el fútbol en un segundo plano. El equipo culé debía encontrar un relevo de garantías para el francés, y es ahí que se cruzan los caminos de Jordi Alba y el FC Barcelona tras casi una década.


A cambio de 14 millones de euros, el lateral de l’Hospitalet recaló en el conjunto azulgrana casi con la vitola de ser el lateral izquierdo titular, y desde el primer día demostró que tenía lo necesario para cubrir el puesto. Se asentó rápidamente en el once inicial, y ha tenido que pasar una década para encontrar a un jugador que haya podido desbancarle.
El gol contra el AC Milan, su primera gran noche de gloria
Si bien Jordi Alba ha dejado grandes actuaciones, es imposible olvidar su primera gran noche en can Barça. En los octavos de final de la Champions League, temporada 2012-2013, el FC Barcelona cayó emparejado con el AC Milan. El partido de ida acabó con victoria de los italianos por 2-0, y todo parecía perdido. Sin embargo, en el partido de vuelta, el Barça desató un vendaval ofensivo.
Messi por partida doble igualó la eliminatoria. Ya en la segunda mitad, David Villa puso el 3-0. Entonces el equipo rossonero salió al ataque en busca de un gol que, en caso de haberlo encontrado, habría dejado fuer al FC Barcelona por el valor doble de los goles en campo contrario. Pero ya en el minuto 90, con el Milan volcado al ataque, en una contra conducida por Messi y Alexis Sánchez, el chileno cedió el balón a un Jordi Alba que venía como una exhalación por el carril zurdo. El lateral cruzó la pelota y puso el 4-0 definitivo.
Este gol significó mucho para el equipo blaugrana. Era una victoria por Tito Vilanova, por Eric Abidal y por todos los culés que confiaban en la remontada. Y fue Jordi Alba, culé de cuna, quién tuvo el honor de sellar el pase del equipo blaugrana a los cuartos de final con uno de sus goles más recordados en estos diez años que ha pasado como culé.
La conexión entre Jordi Alba y Leo Messi
Sin duda alguna, la carrera de Jordi Alba dio un salto de calidad a raíz de su sociedad con Leo Messi. El argentino llevaba años jugando como extremo derecho y combinando a las mil maravillas con Dani Alves. El mejor ejemplo es un gol ante la Real Sociedad en 2011, donde Messi y Alves tiran paredes hasta que el argentino marca. Pero con la marcha del brasileño, Messi encontró en Jordi Alba a su nuevo mejor socio.
Son infinitas las veces en las que Messi, situado en el costado diestro del ataque, ponía un balón al espacio para la llegada en carrera de Jordi Alba, quién recogía el balón y esperaba a que Leo llegara a la frontal del área para poder disparar. Esta jugada, a priori tan sencilla, fue una de las mejores armas ofensivas del equipo catalán durante muchos años, pues tenían a un excelente asistente y al mejor rematador posible.
Jordi Alba en números
Diez años dan para mucho, y la aportación de Jordi Alba al club ha sido sensacional. El lateral ha conseguido repartir 99 asistencias a lo largo de esta década como culé, estableciéndose como el defensor que más asistencias ha dado en estos últimos diez años. Además, también ha sido capaz de anotar 26 goles con el FC Barcelona. El último, un gol ante Osasuna clave para amarrar el título liguero.
Pero Jordi no es solo ataque. Defensivamente también ha rendido a un gran nivel. Salvo en 2 temporadas, siempre ha superado las 20 recuperaciones por temporada. Tal vez el número no sea muy destacado, pero hay que tener en cuenta que ha jugado en un equipo que siempre ha dominado el balón, así que recuperar tantos balones teniendo en cuenta la poca posesión de los rivales es destacable. También en intercepciones ha tenido buenas estadísticas, ya que ha conseguido superar las 60 intercepciones en dos temporadas, y en otra más estuvo cerca de las 50.

