Jue. Jun 8th, 2023

Luego de un inicio turbulento, Franck Kessié ha logrado por fin consolidarse en el equipo. Cierto es que sin bajas, el marfileño no forma parte del once de gala de Xavi.

Pero en temporadas cada vez más largas, con los parones de selecciones cortando la competición y la pesadilla de las lesiones en can Barça, contar con jugadores «12» que te den un fondo de armario de calidad se puede traducir en títulos.

La estrategia «low cost» de Mateu

Franck Kessié llegó al Barcelona como agente libre, luego de levantar el Scudetto con el Milán la temporada pasada. El proyecto Xavi logró seducir a uno de los mediocampistas clave del esquema de Pioli. De este modo, y sin pagar un solo euro de traspaso, llegó a la Ciudad Condal uno de los jugadores con mejor cartel en Italia en lo que fue un masterclass de la directiva y, en particular, de Mateu Alemany.

Junto con Christensen, ambos jugadores venían a reforzar zonas del campo que, si bien parecían cubiertas, se tenía la intención de doblar posiciones sin que ello representara grandes desembolsos económicos. Su fichaje a coste cero, permitió que la inversión se dirigiera a otros puestos en lo que era necesario apostar fuerte, como la del delantero centro.

La adaptación del ‘presidente’

A pesar de venir con la carta de libertad bajo el brazo, había sectores escépticos del barcelonismo en torno a la capacidad de adaptación de Kessié a un estilo de juego tan específico como el azulgrana. Más aún cuando hay quienes le asocian con la posición del pivote, sin ser ese el caso.

En efecto, el inicio de temporada y su poca participación no sirvió para despejar esas dudas. Además, compararle con el rendimiento inmediato que dio Christensen era injusto, cuando el danés parecía ser más la excepción y no la regla. Como todo nuevo fichaje (o casi todo) Kessié necesitaba de un proceso de adaptación y, sobre todo, continuidad que no le llegaría sino hasta el segundo tramo de la temporada dónde ya ha dejado imagenes que quedarán en el corazón del barcelonismo, como la del último Clásico.

Más minutos para Kessié

Con el cambio al esquema de los cuatro centrocampistas, Kessié comenzó a ganar protagonismo desde el banquillo y, con ello, a revertir su situación. Ahora, con las lesiones en la medular, ha pasado a formar parte del once inicial en repetidas ocasiones, siendo el segundo jugador más usado por Xavi después del parón del Mundial (19/20 partidos).

Esto le ha valido para marcar el gol de la victoria ante el Madrid, forzar el autogol que le dio la ventaja al Barça en Copa y quedarse con un grito en la garganta tras un despiste de Ansu que rechazó su tiro a puerta en ese mismo partido.

Pero lo más importante es que el marfileño no ha desentonado. En sus últimas apariciones ha ido dejando buenas actuaciones y destacando por aquello que le llevo a la gloria en Italia: su llegada. Kessié ha pasado de ser uno más en la rotación del equipo, a ser el jugador número 12 de la plantilla, con la capacidad de ofrecer alternativas diferentes por su físico y su olfato en el área.

El Kessié más comprometido

Con los pocos minutos que tuvo al inicio de temporada, se empezó especular sobre una posible marcha de Kessié en la última venta de traspasos. Incluso, continúan los rumores de una posible venta del marfileño para generar fair play financiero ante los problemas para inscribir a Gavi la próxima temporada. La opción es tentadora, pero el entorno del jugador ha salido a apagar incendios.

No es solo que el jugador aporte un perfil diferente al equipo en una zona del campo en la que se necesitará hacer refuerzos de cara al próximo mercado. Además de ello, el trabajo duro es un reflejo de su compromiso con el proyecto siendo ya uno más de los de Xavi, en quienes el técnico tiene plena confianza.

«Estamos muy contentos (con Kessié), está dando un gran rendimiento. Pierde pocas peltos, llega bien al ataque, generoso, trabaja por el equipo. Ha tenido paciencia y será importante. Muy contento con él».

Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona.

Su futuro, de momento, no parece estar lejos de Barcelona pues su rol como jugador número «12» es esencial para el equipo culé.