Alejandro Balde es uno de los pilares para Xavi. Tanto en ataque como en defensa su rendimiento es de top mundial y no hay culé que dude de su calidad. El lateral izquierdo atravesó travesías enrevesadas antes de convertirse en defensa titular en el Barça. En la Selección Nacional ya tuvo sus primeros minutos en el Mundial, y ahora apunta a ocupar el costado zurdo del equipo de Luis de la Fuente.
Su debut ante el Bayern Múnich fue toda una muestra de condiciones. Fue un 14 de septiembre de 2021 y apenas fueron 17 minutos. Ese fue el tiempo que Balde necesitó para enseñar al mundo de lo que puede ser capaz. En esa breve aparición, el defensa dejó destellos de su rapidez, la calidad técnica para conducir a altas velocidades y personalidad para atreverse en un contexto realmente pésimo.
Hasta la presente temporada, Balde no tuvo más presencia en el primer equipo. En verano, la prensa colocaba a Balde fuera del Barça. Con el fichaje de Marcos Alonso y la continuidad de Jordi Alba daba la sensación de que no se apostaría por el canterano. Como Marc Cucurella en su momento, este jugador también era merecedor de una oportunidad. A diferencia del de Alella, Balde si contó con esa chance, y vaya que si la aprovechó.
Anoeta, el escenario donde Balde eliminó dudas
Anoeta fue el escenario donde Balde presentó su candidatura oficial a la titularidad del costado izquierdo blaugrana. Con una gran actuación en una posición más de extremo izquierdo y completando una asistencia, el canterano eliminó cualquier duda que rondaba sobre él.

Alejandro Balde representa ese sentimiento de pertenencia de cualquier canterano criado en La Masia que quiere triunfar en el primer equipo. La capacidad de concentración y alerta brutal, manifestado en cada gesto corporal, unido a la velocidad y uno contra uno, engloba los condicionantes perfectos para ser el lateral izquierdo de la década en Barcelona.
Un mentor ideal para Balde en el Barça
Si tienes a un futbolista suplente en tu posición que te ayuda en lo anímico y te convence de tus potencial todo es más fácil, y si ese suplente es Jordi Alba, todavía lo es más. El de L’Hospitalet de Llobregat ha sido el dueño y señor de la lateral izquierda blaugrana durante años, y no ha puesto ningún impedimento a su suplencia. Alba ejerce como mentor para Balde. En cada gesto entre ambos se despliega un aura de aprendizaje y de cariño profesional, lejos del clima tóxico que se puede pronosticar.

El futuro de Balde es todo lo ilusionante que te puedes imaginar. Solo las lesiones podrán tapar la carrera de un futbolista que, con edad juvenil, ya impone su dominio en todos los campos donde pisa.