Dom. Dic 10th, 2023

El Barça superó al CF Intercity (3-4) en un encuentro que será recordado por haber sufrido más de lo necesario. El equipo azulgrana presentó más de un problema a la hora de resolver el partido ante un equipo de tercera división que mostró más carácter sobre el terreno de juego. Se logró la clasificación a octavos, pero se volvieron a destapar las heridas que viene arrastrando el club desde hace ya un tiempo.

La Copa del Rey es un torneo ‘trampa’. La «magia de la copa«, le llaman. No obstante, no basta para justificar el desempeño de un equipo que promete, que tiene mucho más para demostrar y que sigue mostrando las mismas señales de debilidad: la fortaleza mental y la actitud sobre el ‘verde’.

El resumen del encuentro

Partía el Barça con una alineación ‘positiva’ teniendo en cuenta el calendario y contexto del encuentro. Iñaki Peña como titular tras su reciente inscripción en el primer equipo, protegido por Jordi Alba, Jules Koundé, Hector Bellerín y Ronald Araujo, quien volvía de una grave lesión que le privó de disputar el mundial. Pablo Torre y Franck Kessié se apuntaron en un mediocampo liderado por Busquets, mientras que Ousmane Dembélé, Ferrán Torres y Memphis Depay se acompañaban en ataque.

Un primer tiempo decente

El equipo azulgrana arrancaría el encuentro de manera esplendorosa: 4 tiros en los primeros 13 minutos. En uno de ellos llegaría el gol tempranero de cabeza de Ronald Araujo, cortesía de Pablo Torre. El central uruguayo volvió a gran nivel, pues solo cinco minutos después, salvó sobre la línea la ocasión más clara del Intercity, de la mano de Aarón Piñán.

Las oportunidades de Ferrán Torres (desviado) y Memphis Depay (larguero) cerrarían un primer tiempo con protagonismo azulgrana y sorpresas agradables, como el desempeño de Pablo Torre y Ronald Araujo.

Ronald Araujo fue sustituido al minuto 60, pero tuvo un desempeño más que notable (Imagen: FC Barcelona)

Un segundo tiempo para el olvido

No obstante, y minutos después de empezar la segunda mitad, llegaría el empate del equipo de tercera división por obra de Oriol Soldevila Puig, excanterano de ‘La Masía’. El Intercity llegó a empatar hasta tres veces al equipo culé (3-3). Un hat-trick del previamente mencionado, Oriol, y goles de Raphinha y Dembélé avivaron un sufrimiento agobiante.

De esta manera, los 90 minutos del tiempo reglamentario culminaron con tablas en el marcador y fue necesaria la prórroga para definir un partido que pudo haber sido sentenciado de no ser por la falta de cáracter y pasividad del equipo culé. Finalmente, Ansu Fati le terminó dando la victoria a un Barça que se aprovechó del cansancio rival y su superioridad sobre el terreno de juego. Un tiro que se coló por el centro de la portería rival y que, además, viene bien para la confianza del ’10’.

Tanto Ansu Fati como Raphinha y Dembélé fueron protagonistas en el encuentro ante el Intercity (Imagen: FC Barcelona)

Cuando se revelan las heridas…

La irregularidad de este Barça ya no es una sorpresa. De hecho, es una constante ver al equipo de más a menos con el pasar de los minutos. Todo eso, sumado a lo ocurrido en este último enfrentamiento, deja una incógnita: ¿falta actitud y/o fortaleza mental?

El equipo alineado por Xavi Hernández era lo suficientemente bueno (por nombres y talento) para, justamente, evitar sufrir como ya lo habían hecho otros equipos en la presente jornada. No obstante, vimos a un Barça que se complicó más de lo necesario. En esta ocasión, no es relevante la calidad del once, sino su desempeño.

Podemos mencionar que faltó acierto, el cual es un argumento válido según lo visto en los últimos encuentros (incluyendo el 1-1 ante el Espanyol). Más, además de ser esta una de las ‘heridas’ graves, hay una más preocupante: ¿Por qué el Intercity demostró tener más ganas que el propio Barça?

Ha pasado un tiempo considerable desde que, en su mayoría, vemos a un equipo que se viene abajo al verse en una situación complicada. Y esa es de las heridas más peligrosa que tiene la plantilla, la cual aún no ha podido sanar. No cabe duda de que si el de hoy fuese un rival de mayor calibre, el equipo de Xavi no estaría en los octavos de la Copa del Rey.

El fallar a portería, finalmente, es parte del juego. Pero lo que no es negociable es la entrega por y para el escudo. Cada jugador debe ser consciente de que está representando a un club enorme. Ante el Intercity se volvió a fallar en ‘efectividad’, pero lo más preocupante es que, desde 2017, se siguen mostrando las mismas heridas: falta de carácter ganador.

Los muchachos de Xavi Hernández aguardan por un próximo rival en la Copa del Rey, más deben centrarse con premura al duelo ante el Atlético de Madrid por La Liga. Sin Lewandowski y con dudas sobre el panorama, se presenta un nuevo examen para el primer equipo. Este debe ser aprobado con creces.

Por Francisco Calderón

Director y Jefe de Redacción