Ferran Torres, tras un inicio en el Barça un tanto complicado, ha conseguido dar la vuelta a su situación y convertirse en un arma multiusos para el entrenador Xavi Hernández, llegando, incluso, a ganarse un puesto en el 11 titular.
El canterano del Valencia aterrizó en Barcelona en el pasado mercado invernal, procedente del Manchester City, a cambio de 55 M€ + 10 M€ en variables. Tras un prometedor inicio con un golazo ante el Athletic Club en Copa del Rey, la afición rápidamente comenzó a criticar a Ferran tras un Barça-Nápoles en el que, pese a marcar un gol, erró incontables ocasiones.

Debido a su poca puntería, el Camp Nou se desesperaba con él; además, su inquebrantable condición de titular fuera cual fuera su rendimiento acabó por resultar contraproducente.
Pese a las dudas futbolísticas, buenos números
No menos cierto es que, aún con sus múltiples errores en ocasiones claras, Ferran nunca dejó de intentarlo y de generarse sus propias ocasiones. Esta perseverancia encontró sus frutos a nivel estadístico, pues el delantero valenciano sumó 7 goles y 6 asistencias en tan solo 26 partidos, 4 goles en Liga (destacando el anotado en el 0-4 del Bernabéu), 2 en Europa League, y uno en Copa del Rey.

De este modo, generó medio gol por partido de manera directa, números respetables teniendo en cuenta el contexto. Pero las ocasiones erradas pesaban mucho, y en el final de la temporada 21-22 las sensaciones que dejó en el campo, mostrando una clara falta de confianza e incluso cierta apatía, no fueron buenas.
Empieza la nueva temporada y… más dudas sobre Ferran
Tras esta primera media temporada llena de contrastes, Ferran vio cómo su condición de titular parecía desaparecer tras un espectacular mercado de fichajes por parte del conjunto azulgrana. No solo Ousmane Dembélé terminó renovando su contrato contra todo pronóstico, sino que el Barça reforzó el ataque con dos inversiones potentísimas: Raphinha, procedente del Leeds United a cambio de 58 M€ + 12 en variables, y sobre todo, Robert Lewandowski, fichado por 45 M€ + 5 en variables del Bayern de Múnich.
Además de estos refuerzos, Ferran no tuvo la oportunidad de ganarse un puesto durante la pretemporada, pues estuvo lesionado durante toda esta por una herida en el pie.
El inicio de temporada fue complicado para Ferran. Xavi Hernández parecía tener claro su tridente titular, formado por Lewandowski, Raphinha y Dembélé, con Ansu Fati como la primera opción para sustituir a cualquiera de los tres. Esta situación provocó que Ferran Torres disputara 126 minutos en los primeros 5 partidos de la temporada (jugando poco más de 25 minutos por partido de media), sumando un gol y una asistencia (ambos ante el Viktoria Plzen).
La dinámica no cambió en exceso. De hecho, se puede decir que fue a peor. El rendimiento de Ferran en los siguientes 7 partidos no registró goles ni asistencias, y disputó solo 187 minutos (menos de 27 minutos por partido). Aún así, lo más llamativo es que dejó de demostrar ganas y se mostró totalmente incapaz de desbordar a un defensa contrario, todo esto sin mejorar su puntería.

Estos hechos provocaron la pérdida de confianza total de una afición que llegó a dedicarle tímidas pitadas.
Punto de inflexión en El Clásico
Cuando todo parecía perdido para Ferran, y con un Barça avocado a un nuevo fracaso en Europa, llegó la luz al final del túnel. Partiendo desde el banquillo, Ferran dispuso de 31 minutos en El Clásico ante el Real Madrid, dejando muy buenas sensaciones y revolucionando el partido. El delantero español anotó un gol a puerta vacía.
Si bien El Clásico acabó en derrota para el FC Barcelona, algo había cambiado en Ferran. La afición comenzó a pedir más minutos para el exjugador del Manchester City, cansados del irregular rendimiento de Dembélé y la falta de confianza de Raphinha.


En el siguiente partido, ante el Villarreal, partió como titular, dejó buenas sensaciones y disputó por primera vez en la temporada los 90 minutos. En los siguientes 4 partidos Ferran mostró tener todo lo que se le podía pedir a un extremo del Barça, desmarcándose constantemente, presionando al rival como el que más, participando muchísimo en el juego y, como si de otro jugador se tratara, mostrando cierto nivel en el desborde.
Ferran volvió a demostrar que es un jugador con gol, pues anotó 3 en 4 partidos. En los últimos dos partidos, pese a no marcar, mostró una gran polivalencia: realizó un gran partido ante el Almería como extremo izquierdo y, además, rindió muy bien al servicio del equipo como 9 tras la expulsión de Lewandowski ante el Osasuna.

El momento para demostrar
Después de este gran momento de forma, llega el momento de la verdad. Ferran debe demostrar en la Selección Española de Luis Enrique que es un gran delantero, pues parece partir como titular indiscutible en el que será su primer Mundial como profesional. Volver tras el parón con «la segunda estrella» en el pecho debe ser, sin lugar a duda, un reto motivante para el jugador valenciano.

Una vez termine el Mundial, Ferran contará con la oportunidad de seguir mostrando su valía en el Barça, pues es probable que pueda partir como 9 titular debido a la sanción de Lewandowski quien, según diferentes reportes, podría perderse 3 o 4 partidos.