El sorteo de dieciseisavos de la Europa League ha dejado, sin lugar a dudas, un cruce más típico de Champions League, y es que los últimos antecedentes de partidos donde Barça y Manchester United se han enfrentado son en la máxima competición continental. No obstante, ambos equipos vienen con una buena dinámica y el enfrentamiento se presume de alto nivel entre los dos gigantes europeos.
Por parte del Barça, el equipo catalán vuelve a tener mala suerte y le toca enfrentarse al rival más peligroso con el que se podía cruzar, el United. El equipo inglés viene de jugar grandes partidos contra los mejores equipos de la Premier League, por lo que cabe esperar que el nivel que exigirá al FCB será propio del de uno de Champions League.

La “vuelta” de Cristiano al Camp nou
Si bien este partido tiene muchos incentivos juntos, uno de los que más atrae a las dos aficiones es ver a Cristiano enfrentarse a, posiblemente, su rival más reconocido: el Barça. El portugués sabe que es ganarle al equipo de la capital condal. Si bien han pasado años desde la última vez que pisó el Camp Nou, el “7” sigue siendo un jugador al que tener en cuenta, sobre todo en Europa.
No obstante, no es descabellado pensar que Cristiano pueda salir en el mercado de invierno a un equipo donde pueda gozar de más minutos, por lo que su presencia en este enfrentamiento sigue siendo incierta.

Ten Hag y su nuevo Manchester United
El equipo inglés viene de una fuerte remodelación en su plantilla. Nombres como Casemiro, Lisandro Martínez o Antony se han incorporado al equipo con el fin de subir el listón de un equipo que lleva años sin un rumbo fijo. Ahora, parece que el equipo de Manchester vuelve a tener alguien en el timón.
Este partido es de gran incentivo para los dos gigantes europeos, en tanto que ambos equipos cuentan con la calidad suficiente para poder ganar este torneo, por lo que la máxima exigencia por parte de los dos entrenadores sería lo más habitual. Así pues, el Barça tiene una oportunidad para volver a jugar y ganar a un equipo grande con el fin de demostrar que lo de la fase de grupos debe quedar como un recuerdo.