El entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, se encuentra actualmente cuestionado por gran parte de la afición tras los resultados de este mes de octubre que han dejado al Barça virtualmente eliminado de la UEFA Champions League y como segundo en la clasificación de LaLiga tras la derrota en el Clásico. ¿Realmente sería su destitución una solución?
Tras un inicio esperanzador, llegan tropiezos importantes
Todo parecía ir muy bien en el arranque de temporada, pues el conjunto azulgrana sumaba en los primeros 8 partidos seis victorias, un empate y una derrota en un campo extremadamente complicado como el Allianz Arena, pero llegó el parón de selecciones. En este fatídico parón, el entrenador del Barcelona, Xavi Hernández, vio como sus dos mejores defensas, Ronald Araujo y Jules Koundé, caían lesionados en vísperas de un mes crucial para el devenir de la temporada.
Pese a las lesiones, el Barça arrancó el mes de octubre con victoria ante el Mallorca por 0-1, sin embargo, ya en ese partido pudimos apreciar que algo no iba bien, pues el equipo dirigido por Xavi se mostró incapaz de generar peligro y de mover el balón con celeridad, pudiendo ganar solamente gracias a una genialidad de Robert Lewandowski y a un fallo inexplicable de Kang-In Lee en el último minuto.

Tras este partido, llegaba el momento de la verdad, demostrar que lo de Mallorca había sido «una mera anécdota» o, por el contrario, seguir mostrando síntomas muy preocupantes, desgraciadamente, pasó la segunda opción. El partido en el Giuseppe Meazza confirmó la crisis, pues la derrota por 1-0 ante el Inter de Milán en un partido marcado por la polémica arbitral y el VAR obligaba a los de Xavi Hernández a ganar sí o sí los tres partidos restantes de la fase de grupos para depender de sí mismos, sin embargo, en esta última semana todo ha terminado por derrumbarse tras el empate en el Spotify Camp Nou ante el conjunto Italiano (el cual deja, salvo milagro, eliminado al Barça) y la derrota ante el Real Madrid el pasado domingo. ¿Son estos motivos suficientes para el cese de Xavi Hernández al frente del banquillo culer?
Xavi Hernández no ha gastado 1000M
Es en este momento de crisis cuando un porcentaje elevado de la afición pide la cabeza del técnico egarense, alegando que tras la brutal inversión y haber «hipotecado el futuro del club», es completamente inexplicable e inadmisible la situación actual, pero ¿es esto realmente así?
El Barcelona activó en el mercado estival las famosas «palancas», vendiendo un 25% de sus derechos de TV a 25 años y un 49% de Barça Studios. Tras estas operaciones, el Barça pudo salir de la dura normativa del Fair Play financiero impuesto por LaLiga y realizar una importante inversión. Pero ni mucho menos tirando la casa por la ventana o derrochando dinero siguiendo órdenes dictatoriales de Xavi Hernández como muchos tratan de hacer ver. Si vamos a las cifras reales (datos extraídos de Transfermarkt), el Barcelona ha gastado 153 millones, 58 en Raphinha, 45 en Lewandowski y 50 en Koundé, ni 250 millones, ni 300. 153 millones, a esta cifra habría que restarle las bajas de Coutinho y Griezmann (20 millones cada uno), la salida de Trincao (cesión por 3 millones más penalización a los Wolves 6 millones) y la venta de Aubameyang (12 millones).

La inversión real, por lo tanto, ha sido de 92 millones de euros, una cifra elevada pero que ni mucho menos llega a lo invertido por otros clubs o a las inversiones realizadas en la época prepandemia en can Barça (en la 2019-20 se invirtieron más de 156 millones de euros en una temporada que acabó en blanco y con un doloroso 2-8).
La fuerte inversión no provocará la desaparición del club
Una vez contextualiza la inversión realmente realizada, podría surgir el argumento de «haber hipotecado brutalmente el futuro del club», sin embargo, en cuando entramos a los datos podemos volver a apreciar que la realidad es muy distinta, pues gracias a la venta de Barça Studios se han conseguido 200 millones de euros por un proyecto que no ha llegado a facturar ningún beneficio considerable por el momento, y que gracias a la entrada de Socios.com y Orpheus Media podria revalorizarse, dejando el riesgo de la venta del 49% de Barça Studios en 0.
En cambio, si es cierto que las palancas respectivas a los derechos de TV tienen más riesgo, pues el club blaugrana dejará de ingresar el 25% de los derechos de TV durante los próximos 25 años, lo cual se tasa en la cifra de 41 millones de euros al año, correspondiente al 5% del presupuesto anual, a cambio, el Barça contabiliza una plusvalía contable de 667 millones.
La cifra total de las palancas de Barça Studios y Derechos de TV es de 867 millones, de los cuales se han utilizado menos de 100 millones para reforzar la plantilla. Gracias a estos ingresos, el FC Barcelona ha podido reestructurar deuda, salir de una normativa que imposibilitaba el refuerzo de la plantilla no solo para esta temporada sino para las posteriores, y además reforzar el equipo con grandes fichajes. ¿Es entonces la situación idónea esta utilización de las palancas? Ni muchísimo menos, pero si era la única opción real para sacar al club de una situación paupérrima en todos los sentidos, por lo que bien haría el aficionado culer de no culpabilizar a Xavi de estos movimientos o afirmar que debido a las palancas estamos condenados a la conversión en S.A.D. de manera inmediata.

Los errores que todos conocemos
No menos cierto es que la situación actual es muy mala. Independientemente de la inversión y de las lesiones, la plantilla del Barça debería haber logrado clasificarse a los octavos de final de Champions. Los motivos para esta virtual eliminación no se pueden simplificar en errores arbitrales o lesiones fortuitas, pues el nivel ofrecido por el FC Barcelona en el doble enfrentamiento ante el Inter distó mucho de ser bueno, pues el planteamiento de Xavi en Milán fue simplemente mediocre, proponiendo un juego simplón, sin apenas juego interior (Gavi y Pedri solo intercambiaron un pase en Milán) y basado en llevar el balón al extremo (el 90% de las ocasiones Dembélé) para que buscara el desborde y el centro al área.
En el partido en Barcelona las sensaciones cambiaron ligeramente, sobre todo en una primera parte que, de todos modos, en ningún caso debería ser reconocida como excelente, pues el juego siguió centrándose excesivamente en darle balones a Dembélé, el cual pese a tener unas innegables condiciones innatas, no es un futbolista con una gran visión de juego ni que destaque por su toma de decisiones, el francés ha demostrado no ser capaz de liderar al equipo en tan gran escala, pero Xavi parece obcecado en apostar por Dembélé como el talismán de su proyecto. Este es, en mi humilde opinión, el segundo error más criticable a Xavi, pues el primero no debe ser otro que el inexistente juego interior mostrado últimamente, donde los centrocampistas Pedri y Gavi apenas combinan entre sí ni suelen bajar a la base para organizar el juego.
Las declaraciones post-partido
Otro tema que inquieta (por decirlo suavemente) a la afición respecto a la figura del técnico de Terrassa es su discurso. Al finalizar los partidos, difícilmente Xavi admite que se ha hecho un partido malo, esto no significa necesariamente que no haga autocrítica, pues pese a la insistencia de algunos medios o aficionados, Xavi si la hace, destacando al final de cada partido en lo que debería haber rendido más su equipo, pero siempre matizando con frases que no acaban de gustar como pueden ser el típico «no merecimos perder», «los errores puntuales marcaron el partido»… Declaraciones que, aún pudiendo ser veraces en muchas ocasiones, dan una imagen de nula autocrítica para los aficionados.
El discurso de Xavi es muy mejorable, pero tampoco es cierto que no haga autocrítica y solo busque excusas como dicen muchos.
«Todo lo solucionaría Tuchel»… utopías
Aún con estos errores y muchos otros que sin duda cometerá en un futuro, por el momento Xavi Hernández debe ser quién lidere este proyecto, y salvo hecatombe, debería acabar esta temporada. Ningún posible recambio en el mercado puede ser una garantía, muchísimo menos llegando a mitad de campaña y sin realizar una pretemporada.
El querer quemar todo en todas las malas rachas ha sido muy típico durante toda nuestra historia. Sin embargo, hay que ser conscientes de donde venimos y de que ningún proyecto se construye de la noche a la mañana, sea un proyecto liderado por Xavi, por Tuchel o por Luis Enrique.

Y no, los ejemplos expuestos no son aleatorios, ya que los nombres que más consenso generan entre los partidarios de la destitución de Xavi son el de Tomas Tuchel y el de Luis Enrique. Ambos grandísimos entrenadores, sin lugar a duda, pero pensar que en caso de llegar Tuchel todo se solucionaría es, como poco, una utopía. El alemán se encontraría muchísimos inconvenientes de primeras para imponer el estilo que a él le gustaría. Con el Chelsea el técnico alemán triunfó gracias a en esquema de 3-4-2-1, ¿tiene el Barça jugadores para este esquema? ¿Quiénes serian los mediapuntas? ¿Y el carrilero derecho? Surgen demasiadas preguntas que provocarían, en el mejor de los casos, un periodo de adaptación, con los riesgos que ello conlleva y teniendo personalmente claro que tampoco al alemán se le querría dar tiempo para su proyecto.
Luis Enrique, ¿la panacea?
La opción Luis Enrique se postularía entonces como la mejor opción para sustituir a Xavi Hernández, sin embargo, y sin negar que es una opción que si despertaría en mí una gran ilusión, hay que tener claro que en ningún caso Lucho se marcaría un Lopetegui dejando tirada a la selección en vísperas del Mundial, debiendo su opción esperar, como mínimo, a enero.

Quizás para entonces la situación se haya vuelto completamente insostenible, solo en ese caso la opción Luis Enrique me parecería la opción sensata, de lo contrario, apostaría firmemente por Xavi. Habría que ver entonces si el seleccionador español estaría dispuesto a llegar en enero, sin pretemporada y ya condicionado, lo que está claro que tampoco es justo considerarle la panacea, pues ya se consideró así al actual entrenador y un año después se pide su cabeza.
Roma no se construyó en dos días
Los ejemplos en nuestra propia historia son múltiples, por ejemplo, a Johann Cruyff se le quería destituir constantemente en sus dos primeras temporadas, siendo salvado en el 89 por ganar la Recopa de Europa y en 1990 por una Copa del Rey ganada ante el Real Madrid, a Rijkaard se le quería echar tras una primera vuelta desastrosa en la que el Barça no aparecía ni en zona europea, también a Luis Enrique se le dio un ultimátum tras la famosa debacle de Anoeta en una temporada que terminó en triplete.
Absolutamente ningún proyecto se construye de la noche a la mañana, Guardiola en el City tras una inversión muy superior a la de este Barça no ganó nada en su primer año, y así podríamos exponer ejemplos durante páginas y páginas. Roma no se construyó en dos dias, un proyecto deportivo exitoso tampoco. Paciencia y fe en Xavi.