Una de las claves para entender el éxito de un equipo pasa por tener jugadores con liderazgo y nivel en un equipo. Esas cualidades las suelen reunir los capitanes, jugadores con un gran recorrido profesional y con muchos partidos de intensidad a sus espaldas. No obstante, hay que saber cuándo dar un paso al lado y dejar a las nuevas generaciones liderar el equipo.
Esto es lo que no sucede en el Barça. El club lleva años con los mismos capitanes, que si bien han dado una multitud de títulos, éxitos y alegrías a la afición, ahora no pasan por su mejor momento. Ser capitán implica muchas responsabilidades, tanto deportivas como institucionales.
Depresión deportiva
La depresión deportiva que vive el club persiste desde hace tiempo: las constantes derrotas bochornosas en Europa han hecho que la afición diga basta y haya puesto su mira hacia los cuatro capitanes: Sergio Busquets, Gerard Piqué, Jordi Alba y Sergi Roberto. Existe una clara incapacidad para responder en los escenarios importantes, y todos ellos salen fotografiados en la escena del “crimen”.
Además, una de las causas por las cuales los capitanes se encuentran señalados, más allá por su nivel en el campo, es por sus exagerados sueldos. Recientemente Sergi Roberto se bajó el sueldo a 2 millones netos, pero el resto mantienen su alto caché a pesar que no se corresponda con su nivel actual.

Poca predisposición para ayudar
Lo que es un verano muy movido en las oficinas del Barcelona, el club trabaja a destajo para encontrar alguna fórmula que permita registrar los últimos fichajes como Koundé. Tal como informó el periodista Gerard Romero, el club pidió ayuda a los capitanes pero de momento no se han producido movimientos.
Las desorbitadas fichas con las que viven los capitanes dejan al club sin margen de maniobra y le ahoga aún más en el estricto sistema del FPF instaurado por la Liga, la cual parece que tampoco quiere poner de su parte.

Los Capitanes, en el ojo del huracán
Aunque los cuatro estén en el punto de mira de la afición, algunos parecen tener menos reputación que el resto. Mientras que Gerard Piqué y Sergio Busquets siempre han despertado cierto amor y odio, no es el mismo caso para los otros dos, debido a que su rendimiento deportivo está muy lejos del que han ofrecido los últimos años, haciendo pensar si de verdad deben seguir teniendo minutos en el FCB.
Ante esta situación, la afición se pregunta si no pueden ser Serginho Dest y Alejandro Balde los titulares del equipo. El primero, pero, parece no contar para Xavi, mientras que el segundo sigue una línea de evolución muy interesante tal como ha demostrado esta pretemporada.

Saber decir adiós, capitanes
Recientemente el Madrid ha vendido a una de sus leyendas vivas más queridas por la afición: Casemiro. La realidad es que es una dura pérdida deportiva para el club de la capital, pero la gran suma de dinero que han obtenido por el brasileño, así como el relevo que ficharon a principios de verano hacen pensar que una leyenda no debe ser intocable por su estatus, ya que el club siempre está por encima de los jugadores.
Es tiempo de reflexionar y pensar si lo que necesita realmente el Barça es despedir de buena manera a unos capitanes que parece que ya han dado lo mejor de sí, o alargar lo que puede acabar terminando en una “relación tóxica”.
