Noche gloriosa para el Barcelonismo. Los dirigidos por Xavi cortaron una racha de 5 derrotas seguidas ante el eterno rival con un golpe encima de la mesa que se ha hecho notar en toda Europa. Un golpe que demuestra que, si bien el Barça sigue siendo un equipo en construcción, está mas cerca de volver de lo que muchos piensan. El masterclass mostrado hoy en el Santiago Bernabéu no se puede esconder, así como debe exaltarse una superioridad notoria más una fusión propia del club culé: control de balón, presión alta y noción posicional. El Barça no solo está volviendo, sino que, además, está recuperando el estilo y la identidad.
El equipo de Xavi fue un destello que iluminó el Santiago Bernabéu. Las risas y la burla se vienen escuchando desde hace ya tiempo. “Qué no entrarán en Champions”, “Que están novenos”, “Efecto Xavi”. Pues bien, hoy todos en silencio, porque esa es la costumbre que se ha adoptado a lo largo de los años cuando observas un buen fútbol. Hoy, por fin, se vio un Bernabéu perplejo. Inventarán excusas, la prensa no hablará y mucho más, porque no hay nada más doloroso que reconocer que hoy, el FC Barcelona, fue una locomotora sin frenos.


Como está escrito en los libros de la historia, ‘El Clásico’ es un partido importante que se supo sacar adelante, porque más allá de lo que genera, supone también un gran impulso anímico para lo que queda de competición. El club de la ciudad condal está mas vivo que nunca, y tiene mucho camino por recorrer. La Europa League y La Liga no han terminado. Podremos tener más o menos opciones, pero hay razones para ilusionarnos, porque después de haber pasado años en una cueva oscura, hoy estamos encontrando la salida.
Es imposible no reconocer a algún jugador del Barça. No hay quien no haya hecho un buen partido. El propio Xavi ha sido, bajo nuestro humilde punto de vista, el MVP del encuentro. La dura derrota en Arabia por Supercopa nos enseñó una lección sin haber hecho un mal partido. Hoy, el resultado del aprendizaje se refleja en el marcador. Araujo con la labor ante Vinicius, Busquets con el control del tiempo, Ousmane Dembélé y Ferrán Torres con las rupturas, Aubameyang con los goles, Frenkie de Jong y Pedri con el movimiento del balón, Eric García con la salida de este, y así mucho más. La labor del equipo ha sido excelente, y sería ilógico poner notas negativas. En esta ocasión, y aunque a muchos les duela, no las hay.

Por el lado rival, se puede reconocer la gran labor de Thibaut Courtois, reconocido como el mejor jugador de La Liga del mes de febrero y no es para menos, pues sin él, al Real Madrid hoy le caían más de cuatro goles. La motivación del FC Barcelona fue tal que el único que pudo parar una mayor goleada fue el portero belga. De la línea defensiva hacia delante, nada salió bien para el conjunto local. Ancelotti lo reconoció así: “No hemos sido reconocibles. Todo ha salido mal. Le he dicho a los jugadores que ha sido mi culpa”.
Y aunque muchos lo cataloguen como un partido sin importancia, para el Barça significa mucho más. Por un momento, estoy seguro de que muchos de nosotros nos sentimos en una máquina del tiempo observando los bailes del club culé ante el eterno rival, allá por 2009, con estrellas como Messi, Henry, Iniesta, Puyol y demás. Hoy, sin nada de eso, se demostró que fueron las raíces blaugranas que se vuelven a implantar las que tomaron el protagonismo. Y es que pasar de un “tiki taki” y un “Es lo que hay” a esto, de la mano de Xavi, es un gran avance en tan solo 134 días.